Mucho ruido hizo la denuncia del titular de La Alameda, Gustavo Vera, sobre que estaba siendo sometido a un espionaje ilegal por parte de la nueva oficina que se encarga de intervenir teléfonos y que depende de la Procuración General de la Nación. El nuevo organismo depende de la fiscal Cristina Camaño, quien no entiende la maniobra de Vera, un denunciante de la vieja estructura de la ex side.