Así quedo la camioneta tras el incendio.

El ataque sufrido por el periodista Gustavo Sylvestre el jueves 11, cuando a la madrugada fue incendiada su camioneta en forma intencional, por un hombre que aparece filmado, puede ser parte de una lógica que busca generar inquietud y un nuevo capítulo además de la guerra en la que se haya embarcada la Policía Bonaerense, los servicios de inteligencia y fuerzas de seguridad.

La camioneta Toyota del periodista de C5N y Radio del Plata estaba estacionada en la puerta de su casa en el barrio de Saavedra, cuya seguridad es responsabilidad de la Policía Metropolitana. En ese mismo barrio, semanas atrás la familia del periodista Bobby Flores sufrió un violento asalto. El hecho también tuvo mucha repercusión.

Cuando Sylvestre se disponía a subir al vehículo advirtió que estaba abierto y que le habían robado el equipo de audio y roto el tablero. En ese momento decide irse en el coche de su esposa, a los diez minutos su mujer la llama para advertirle que la camioneta se estaba prendiendo fuego.

Los primeros datos indican que no se trató de un simple robo: las cámaras filmaron a un hombre unas tres horas antes del incendio. También se sabe que se utilizó un “acelerador” para que el incendio se propagara con rapidez. Las filmaciones permitirían identificar al atacante y esa posibilidad ha generado nervios en algunas oficinas. En algunos de los videos se ve al hombre con claridad.

La presidenta Cristina Kirchner se solidarizó con el periodista y advirtió el mismo jueves sobre asaltos a famosos «ex profeso para generar impacto público». «No van a incendiar el auto de cualquier desconocido anónimo, que nadie se hubiera enterado, sino de un periodista de alto conocimiento y rating en la opinión publica», señaló.

«Esto pasa también cuando asaltan a determinadas personas ex profeso para generar impacto público. Esto lo estamos advirtiendo con mucha claridad y pedimos a todos que estén muy atentos», dijo la Presidenta.

Está claro que Cristina Kirchner tiene información sobre el hecho que no puede decir públicamente. Fuentes cercanas Sylvestre dijeron a CyR que el ataque se inscribe en la fuerte interna que se vive en la Policía Bonaerense entre su jefe, Hugo Matzkin, y el ministro de Seguridad, Alejandro Granados.

Granados, ex intendente de Ezeiza, un ejemplo cabal de los llamados barones del conurbano, llegó al ministerio con el apoyo de Cristina. Ella es su principal sostén. Matzkin se apoya en el gobernador Scioli, quien se resiste a removerlo, pese a que Granados quiere nombrar en el cargo a una persona de su confianza.

Matzkin fue cuestionado por la actuación de la Bonarense en el llamado Caso Candela y una comisión investigadora de la Legislatura bonaerense, impulsada por el vicegobernador Gabriel Mariotto, recomendó que fuera removido del cargo.

Barrionuevo vaticinó un estallido para fin de año.

El jefe de la Bonaerense también está en la mira de un sector histórico de la Secretaría de Inteligencia (SI) desde el asesinato del espía Pedro “El Lauchón” Viale, hace más de un año. Días atrás fueron arrestados los diez policías del grupo Halcón que participaron en el operativo que culminó con la muerte de Viale.

No fueron las únicas bajas en la Bonaerense: también en los últimos días fueron detenidos oficiales en San Fernando por cobrar coimas a detenidos y otros oficiales fueron arrestados en La Matanza, a mediados de agosto, acusados de integrar una banda mixta. El grupo se dedicaba a los secuestros exprés, robos de autos y asaltos a domicilios. En la investigación participó la Dirección de Asuntos Internos, que responde a Granados. En este clima enrarecido, Matzkin cuenta a su vez con el respaldo del jefe del Ejército, general César Milani, quien se convirtió en un rival de los históricos agentes de la SI, cuando tuvo vía libre para potenciar a la Dirección de Inteligencia de la fuerza.

En este esquema de alianzas y pases de facturas, no queda aún del todo claro, quien fue el responsable del ataque contra la camioneta de Sylvestre, un periodista que supo trabajar durante años para el Grupo Clarín, y aunque hoy trabaja en medios cercanos al gobierno, no se lo puede catalogar como hiperoficialista. El hecho es parte de un esquema que busca generar caos, como los dichos del gremialista opositor Luis Barrinuevo, quien vaticinó un “estallido” para fin de año. Por ese pronóstico agorero fue citado por un fiscal para dar explicaciones el jueves próximo.