| Doble femicidio

Prisión perpetua para el hombre que mató y enterró a su expareja y a la hija durante la pandemia

Al pronunciar las últimas palabras, el acusado pidió perdón.

Un joven de 27 años recibió una pena de prisión perpetua por el doble femicidio de su expareja y la hija de ella, de 7 años, a quienes degolló y enterró en los fondos de una vivienda de la localidad bonaerense de Monte Chingolo, partido de Lanús, en abril de 2020, en pleno aislamiento por la pandemia de coronavirus.

El veredicto lo dictó el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Lomas de Zamora y alcanzó a Abel Alejandro Romero Lugo (27).

Se le encontró culpable del “homicidio calificado por el vínculo y por haber sido pepetrado por un hombre contra una mujer mediando violencia de género en concurso real con homicidio calificado por su comisión por alevosía» contra Cristina Beatriz Iglesias (40) y su hija, Ada Antonia Iglesias (7).

El tribunal que encabezó la jueza Mariela Gianina Aprile avaló con este fallo el alegato de la querella, los abogados Mariano Lizardo y Paula Ojeda.

Femicidio por dos

La abogada Ojeda -especialista en género-, dijo que “se peleó hasta el último momento la calificación del agravante por violencia de género a pesar de que la fiscal de juicio, que es mujer, solicitó que no se lo juzgue como un femicidio”.

Es que la representante del Ministerio Público Leila Selem, a cargo de la acusación en el debate, pidió al alegar que Romero Lugo se lo condenara por el delito de doble homicidio doblemente agravado por alevosía y por el vínculo, sin el agravante del inciso 11 del artículo 80 del Código Penal.

Por su parte, la defensa del imputado «no se opuso a los hechos» y «consintió la autoría y responsabilidad» de Romero Lugo, aunque sí discutió los agravantes y solicitó que lo condenaran solamente por el delito de «doble homicidio simple».

Tras los alegatos, el hombre tuvo lugar para pronunciar sus «últimas palabras» ante el tribunal, ocasión en la que pidió «perdón».

Durante la Aspo

El doble crimen ocurrió el 25 de marzo de 2020 -a cinco días del inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio (Aspo) por la pandemia de coronavirus-, y se descubrió dos días después en una casa de la calle Domingo Punta 4064, de Monte Chingolo, en el sur del conurbano.

Según los forenses que trabajaron en el lugar, Cristina Iglesias recibió golpes en la cabeza y luego la degollaron en el marco de una pelea.

Mientras que su hija recibió cortes en el cuello, para lo cual el agresor aprovechó la «condición de vulnerabilidad e indefensión de la víctima», según consta en el requerimiento fiscal.

Romero Lugo, quien era pareja de Cristina al momento del hecho, cayó presa dos días después y, tras inventar una coartada, terminó confesando el doble femicidio.

En la elevación a juicio -a la que tuvo acceso Télam-, el fiscal de primera instancia, Jorge Grieco, reseñó que en una declaración informal ante la policía el imputado acusó a un conocido suyo que le vendía marihuana para consumir y realizó relatos «telenovelescos e inverosímiles en los que, increíblemente, resultaba una víctima que obraba coercionado en aras de permanecer vivo».

Confesión

Finalmente, en su declaración judicial confesó el crimen y dijo que asesinó a su novia cuando consumían pastillas y alcohol y que luego mató a la niña, tras lo cual cavó el pozo en el fondo de la casa y enterró los cuerpos.

Los investigadores determinaron que el imputado «limpió con gran dedicación la escena principal (interior de la casa), lavando la sangre, girando uno de los colchones a fin que no sea visible el rastro hemático, lavando incluso en el lavarropas un oso de peluche y ropa de cama».

Además, para los pesquisas Romero Lugo se apoderó del teléfono celular de Cristina y «respondió mensajes a la hija mayor de ésta, montando un teatro en el que se hacía pasar por la víctima con el objeto de siquiera levantar sospecha».

El hombre estuvo prófugo un par de días, en los que visitó a la madre de su hijo -a quien le llevó pañales-, a una amiga y finalmente se alojó en el domicilio de su hermana, donde lo arrestaron.