Resuelto ya el fallo por la tarifa del gas y cuando la de electricidad será la próxima noticia fuerte que se generará en la Corte Suprema de Justicia, ya comienzan en el tribunal los primeros cruces entre Ricardo Lorenzetti y Horacio Rosatti, que tiene el apoyo de Elisa Carrió, una de las principales detractoras del presidente de la Corte en el interior de la liga Cambiemos.
Rosatti tiene la intención de promover en el esquema de comunicación y relaciones institucionales de la Corte a Silvio Robles, que fue el principal operador político para su llegada al máximo tribunal, y eso ya provoc ruidos.
Robles prestaba sus servicios a José Sbatella en la UIF, a Felisa Miceli en el Ministerio de Economía y cuando Rosatti se fue del ministerio de Justicia denunciando negociados de Julio De Vido el asesor se acomodó sin problemas dentro de la cartera. O sea, un todo terreno que además funge como nexo entre Rosatti y el Grupo Clarín.
El problema es que Lorenzetti quiere retener a María Burdin en la oficina de comunicación de la Corte. Esta a su vez tiene el respaldo absoluto de Daniel Hadad, el dueño de Infobae, donde suelen filtrarse adelantos de los fallos.
Va a ser una pelea compleja pero que refleja muy bien los nuevos tiempos de la Corte en la cual la autoridad y la influencia de Lorenzetti comienza a ser discutida.
Robles tiene múltiples ideas para el futuro de la comunicación de la Corte, desde crear una agencia de noticias menos institucional que el CIJ hasta ir más allá y al igual que otros poderes judiciales del mundo, que la Corte se transforme en un avisador en los medios, con un presupuesto de publicidad.
Sería una nueva caja en disputa. Una distancia sideral con Boudin que a lo más que aspiraba era a hacer una señal de TV online via streaming.
Cuando el pliego de Rosatti estaba en el Senado Robles se reunió con Bourdin y el encuentro no terminó bien lo cual se notaba en las notas de Infobae en las cuáles se mencionaba al operador de Rosatti.