| A 20 años del atentado contra la AMIA

Porqué Lijo citó ahora al juez Domínguez

El titular de la Casación era defensor de un policía, a quien luego abandonó. El armado de la conexión local con el ataque. Su refugio dorado en el tribunal bonaerense.

La citación a indagatoria decidida ayer por el juez federal Ariel Lijo al presidente de la Casación de Penal bonaerense en la causa que investiga las irregularidades en la investigación del atentado contra la AMIA esconde vericuetos difíciles de notar para los ajenos al mundillo de Comodoro Py.
Federico Domínguez, ahora camarista en La Plata,  había sido abogado del expolicía Bautista Huici. En el llamado a indagatoria Lijo asegura tener la certeza de que Domínguez ofreció dinero a Huici para que este declarara haber visto la camioneta Trafic que se habría usado para la voladura de la AMIA en una brigada policial de Lanús.
Pero lo cierto es que  Lijo solamente tuvo que tomar una antigua denuncia que el Tribunal Oral Federal número 3 le había hecho a Domínguez ante el tribunal de disciplina del Colegio Público de Abogados de la Capital porque ya durante el primer juicio de la causa  se había escuchado a testigos alegar que Domínguez buscaba direccionar la causa hacia la supuesta «conexión local».
Domínguez fue citado a indagatoria para el 6 de agosto.

Domínguez fue citado a indagatoria para el 6 de agosto.

Lo que no dijo Lijo es que el principal fundamento de esa aseveración no fue el juicio sino que mientras se desarrollaba el debate Domínguez además de defender al ex policía supuestmente cobraba un suculento sueldo de asesor en la SIDE, dijeron a CyR fuentes de la investigación.

Por eso llegado un punto del debate Domínguez abandonó a Huici y se volvió en su contra para incluirlo dentro del supuesto complot policial para el atentado. El colegio de abogados no le quito la matrícula y él encontró un exilio dorado en la Casación bonaerense donde da rienda suelta a sus extravagancias que merecen una nota aparte.
Hace poco Lijo intentó sobreseer a Carlos Corach pero la Cámara le rechazó la medida. Para el juez el ex ministro solo era quien ponía «el sello de goma» y no tiene ninguna vinculación con las irregularidades del caso. La Sala II de la Cámara revocó esa decisión.
Era obvio: es la misma Sala que desde hace meses no quiere cerrar una causa que el director de operaciones de la SIDE Jaime Stiusso le inició a los jueces del TOF número 3, el que juzgó el caso AMIA. La querella no tiene sustancia alguna (es por haber exonerado a Gustavo Béliz). Pero en Comodoro Py siempre todo tiene que ver con todo.

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