La trata de personas cobró visibilización durante los últimos años, lo que permitió un cambio de mirada hacia la víctima, pero todavía persisten algunos prejuicios en distintos sectores de la sociedad,que terminan jugando a favor del delito, aseguraron especialistas en el marco del Día Mundial contra la Explotación Sexual y la Trata de Mujeres, Niñas y Niños, que se conmemora mañana.
Sobre el primer prejuicio, la letrada describió diferentes métodos de reclutamiento que, de alguna manera, hacen posible que no sólo queden expuestas las mujeres en situación de vulnerabilidad económica: “El secuestro, la oferta laboral y el enamoramiento son las tres formas más comunes”.
“La oferta laboral es, quizás, la más ligada a la situación de vulnerabilidad económica de las víctimas: promesas de mejores salarios suelen ser el incentivo para garantizar el traslado de la persona. Pero también puede aparecer un tipo que se hace el novio y termina entregando a la mujer o la secuestra. En todas las formas, la víctima no ‘ha hecho nada’ para que esto le pase”, señaló y destacó: «Cualquiera entra a un prostíbulo pero no cualquiera sale».
«Después de la captura la mujer entra en lo que llaman ‘ablandamiento’ que consiste en reiteradas violaciones, torturas físicas y psicológicas para quebrar su voluntad. Generalmente es trasladada a otra provincia o fuera del país; es indocumentada, se le cambia la fisonomía, la identidad, se le da otro documento”, describió la psicóloga Patricia Gordon, Presidenta de EnRED (Red Solidaria de Capacitación y Tratamiento en Violencias, abuso sexual y trata de personas).
En este contexto en que es obligada a prostituirse «se encuentra sola, aislada, amenazada. Escaparse no forma parte de su horizonte porque, además, en general ve cómo pasa la policía a buscar su coima o cómo un funcionario judicial está en su cama, lo que refuerza su vulnerabilidad, su idea de que nadie le va a creer”, denunció.
«Lo que paraliza no es la puerta cerrada sino el miedo y para poder revertir esto tenemos que cambiar la mirada como sociedad, pero que este cambio llegue a los estrados, que es donde muchas veces seguimos viendo estos prejuicios sobre las víctimas”, explicó.
“Esta realidad, refuerza el temor de las víctimas «que se sienten avergonzadas y que sienten que nadie tendrá en cuenta sus testimonios, por lo que se siguen quedando”, añadió.
No obstante, Gordon vislumbra que “existe un cambio en la sociedad que antes veía en la víctima de trata sólo a una prostituta y hoy, cuando ve a una mujer en situación de prostitución muchos al menos se preguntan si esa mujer no será víctima de un delito, y esto es un paso, aunque estemos al principio del camino”.
Sobre la vinculación entre trata y prostitución, Ponce sostuvo que “hasta hace un tiempo hablábamos de esto como si fueran por caminos separados, hoy es más claro el vínculo, sabemos que si una mujer es obligada a prostituirse hay trata y por eso es que impulsamos la idea de ‘sin clientes no hay trata’ como una forma de lograr mayor concientización”.
Ponce destacó la ley 26.364, sancionada en 2008 como una herramienta que “por un lado reconoció a la trata como un delito y lo incorporó al Código Penal y, por el otro, al darle entidad de delito obligó al Estado a generar una serie de recursos para combatirlo”.
“También estableció la no punibilidad de las víctimas si cometen delitos mientras se encuentran en situación de trata y garantizó una serie de derechos para las víctimas una vez que realizan la denuncia”, detalló.
Ponce mencionó, además, la importancia de la ley 26.842, de fines de 2012 que permitió el endurecimiento de las penas, la creación de diferentes organismos de control del Estado y, fundamentalmente, la anulación de la figura de consentimiento en el caso de la mujer adulta.
Las dos especialistas destacaron la necesidad de una rápida reglamentación de la última ley, lo que debería traducirse en los tribunales en mayores penas a los condenados y en procesos más reparadores para las víctimas.
Desde que se sancionó la ley 26,364 hasta junio de 2014, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos realizó 3.288 allanamientos en los que se rescataron 6.992 mujeres.
Por su parte, la Oficina de Monitoreo de Publicación de Avisos de Oferta de Comercio Sexual del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, que desde julio de 2011 tiene a su cargo la aplicación y cumplimiento del decreto por el cual se impidió la publicación de este tipo de avisos, informó en junio de este año que mientras que en noviembre de 2011 el promedio diario de publicaciones irregulares era de 1.123, en abril de este año el número descendió a 295.
La fecha del 23 de septiembre para conmemorar el Día Mundial contra la Explotación Sexual y la Trata de Mujeres, Niñas y Niños se eligió en reconocimiento a la primera norma del continente contra la prostitución, la ley argentina 9.143 sancionada ese día de 1913 por impulso del diputado socialista Alfredo Palacios.