Nahir Galarza, con apenas 19 años, se convirtió en la mujer más joven en la historia criminal de la Argentina en recibir una condena a prisión perpetua por el homicidio de su novio, Facundo Pastorizzo, muerto el 29 de diciembre de 2017.
A fines de 2021, cuatro años después del crimen, Galarza provocó un enorme revuelo al declarar que el homicida del muchacho había sido su padre, Marcelo, policía, y que además ella había sido víctima de abuso sexual, cuando era chica por parte de un familiar.
La nueva versión provocó una conmoción, ya que en su momento la joven había dicho que había matado a Facundo de manera accidental con la pistola de su padre. Un accidente difícil de aceptar porque el cuerpo del muchacho tenía dos tiros: uno en la espalda y otro en el pecho.
Después de su declaración testimonial, la fiscalía resolvió que «se debe proceder a la desestimación in límine en relación a lo expresado de que sería Sr. Marcelo Galarza -padre de Nahir- el autor del homicidio de Fernando Pastorizzo, por haber sido tratado ese evento y ventilado en Juicio Oral y Público, y confirmado en diversas instancias superiores y estar a lo que resuelva la Corte Suprema de Justicia de la Nación».
«Debo manifestar que advierto que se trata de una nueva versión exculpatoria, novedosa y posterior a la condena, aportada en su defensa por la ya condenada Galarza, la que se encuentra en etapa de cumplimiento de pena, por lo que deberá presentar su nueva versión -si así lo considera- ante el Tribunal que se encuentra interviniendo en el presente», señaló la fiscalía de Gualeguaychú.
A la Corte
Tras conocer el pronunciamiento fiscal, la abogada Raquel Hermida Leyenda dijo que necesitaba esa resolución como prueba de la denuncia interpuesta como hecho nuevo en la Corte Suprema de Justicia, que deberá resolver si ratifica todas las resoluciones de las instancias anteriores u ordena que se realice un nuevo juicio.
Pero mientras la Corte debe resolver que hace con el caso, la joven no la pasa nada bien en la cárcel donde cumple su condena. Su abogada, explicó a CyR que «la tratan como a una terrorista».
Todo comenzó la semana pasada, cuando durante una visita, la madre de la joven pidió permiso para «cortarle el pelo y hacerle color». Como la vieron diferente, los agentes del servicio penitenciario allanaron su celda, levantaron el techo y dieron vuelta todas sus pertenencias. Además le pusieron una custodia permanente de tres agentes.
«Dicen que se cortó el pelo para fugarse. Nahir no quiere fugarse, sólo quiere que se haga un nuevo juicio para que su padre sea condenado», explicó la abogada. «Nahir está esperando la resolución de la Corte Suprema y su defensa sólo pide acceder a un nuevo juicio», agregó.
Nahir se levanta todos los días a la 8, realiza diversos cursos y comenzó a estudiar psicología. Pero los cursos los realiza en una unidad penitenciaria que se encuentra fuera del penal donde está alojada. Su abogada sostiene que sufre una persecución y un tratamiento diferenciado en la Unidad Penitenciaria.
Violencia familiar
Después de su nueva declaración, los padres de Nahir se divorciaron, ya que la joven denunció además que su madre era víctima de violencia de género por parte de su padre, desde varios años atrás.
Luego de su detención, con el correr de los años, Nahir comenzó un tratamiento con una de las psicólogas del penal. Así fue que le contó que había sido víctima de abuso sexual durante años por parte de un familiar cuando era niña y que su padre había sido en realidad el asesino de novio.
Mientras la Corte se toma su tiempo para resolver, la denuncia que realizó Nahir por los abusos sexuales se investigan en la Justicia de Entre Ríos y está en pleno trámite.