El fiscal general de Paraná, José Ignacio Candioti, pidió una condena de siete años de prisión en el jucio que se les sigue a José Cándido Manzanares y Dardo Rubén Campoamor, quienes fueron acusados de raptar a una menor de 12 años con fines de explotación sexual.
Ante el Tribunal Oral Federal de Paraná, Candioti aseguró que los hombres sabían que la víctima era menor de edad “puesto que tenían relación con ella de bastante tiempo atrás. La pasaron a buscar (en el momento previo al traslado) por la esquina de la casa a efectos de que su familia no impidiera su extrañamiento y le hicieron llevar el DNI de la madre para que se identificara como mayor de edad”.
Además, sostuvo que tanto la captación como el traslado de la menor “se realizaron conscientemente por los imputados y con la voluntad de su realización”.
Y agregó: “No existen dudas acerca de que la transportaban en un auto en horas de la madrugada (más precisamente a las 3 de la mañana) a la víctima (a sabiendas de que sus padres no habían autorizado ese viaje y que ni siquiera conocían que estaba con dos personas de 63 y 68 años de edad) y la conducían a una provincia extraña a la suya (el destino final era la provincia de Córdoba). Para la realización del viaje, no la pasaron a buscar por la puerta de su casa, ni tocaron timbre para anunciarse (como hubiera sido lo normal, máxime que se trataban de las 12 de la noche), sino que la alzaron de la esquina de su casa, y ese dato no es menor, puesto que indica que los imputados sabían que la menor no contaba con la autorización de sus padres para viajar a Córdoba.De los dichos de la víctima en el debate surge claramente que el motivo de su viaje a extraña provincia en compañía de los sexagenarios Manzanares y Campoamor era que estos la iban a someter a la mantención de relaciones sexuales con clientes del lugar, a cambio de dinero».
Por otro lado, el fiscal se refirió a los dichos de una testigo quien afirmó que la víctima «conocía a los imputados desde hace tiempo y que los mismos las hacían mantener relaciones sexuales con clientes a cambio de dinero. Indicando inclusive los lugares en donde se producían estos encuentros y el monto que Manzanares y Campoamor cobraban por cada acto sexual (de 150 pesos a 200 pesos).”
En ese sentido, Candioti aseveró que “no quedan dudas de que los imputados actuaron con la finalidad de la explotación sexual de la víctima”.
Finalmente, el fiscal indicó: “Los imputados pretenden desvincularse de sus responsabilidades, argumentando que viajaban a Córdoba (en el momento en que se originó la causa) a efectos de vender el automóvil en el cual se desplazaban y adquirir un vehículo con mayores plazas de asientos y que iban y volvían en el día».
Y continuó: «Esa versión no encuentra asidero en las constancias de la causa, ni en las prácticas habituales para la adquisición de vehículos.Tampoco llevaban dinero suficiente como para hacer frente a la diferencia de dinero existente entre el auto que iban a entregar y el que iban a comprar. El mensaje que le manda la víctima a Manzanares minutos antes del viaje, expresándole que tiene miedo, tampoco es compatible con la versión de los imputados, acerca de una inocente ida a Córdoba por unas pocas horas».
El fiscal concluyó que existen motivos suficientes para considerar que Manzanares y Campoamor han sido co-autores penalmente responsables del delito de captación y traslado de una persona menor de edad con la finalidad de explotación sexual y solicitó una condena de 7 años de prisión para los imputados.