| Violencia de género

Piden que vaya a juicio el anestesista Billiris por tentativa de femicidio

El médico fue acusado de suministro de estupefacientes y de intentar asesinar a una joven. Otros dos acusados. Cierre del caso para que se realice el juicio oral.

Billiris trabajaba como médico anestesista.

Billiris trabajaba como médico anestesista.

El pedido fue formulado por la fiscal Paloma Ochoa al juez federal Sebastián Ramos, quien procesó con prisión preventiva a Billiris y tras la confirmación de la Cámara Federal de Casación Penal (CFCP), dio por cerrada la instrucción de la causa e inició los trámites para elevarla a juicio oral.

«Las conductas que se le atribuyen de modo particular a Gerardo Billiris encuentran adecuación típica en los delitos de tenencia simple de estupefacientes, suministro de estupefacientes, agravado por su condición de médico todos concurren idealmente con el delito de facilitación de un lugar para que se consuman estupefacientes en concurso real con el delito de femicidio en grado de tentativa», sostuvo la fiscal en su dictamen.

Ochoa también pidió enjuiciar a otros dos procesados, Juan Martín Mercado (43) -ex actor y relacionista público en boliches- y Cristopher Rosenthal Verdaguer (26) -hijo de un conocido operador de seguros-, por tenencia y suministro de estupefacientes y abuso sexual con acceso carnal por otros dos casos de los que también se acusa a Billiris (40).

Estas víctimas son dos mujeres que denunciaron a los tres imputados luego de conocer el caso de Torres (21) por los medios de comunicación.

Una de ellas, que es modelo y actualmente tiene 23 años, contó que reconoció a Billiris en televisión cuando se mostró su foto.

Entonces, se presentó a declarar y dijo que en 2012 fue varias veces a la casa del médico porque se lo había presentado el relacionista público Mercado en el boliche «Rumy«, donde ella hacía «presencias».

En una nota concedida a Canal 13, la joven relató que siempre tomaban cocaína, pero que una noche Billiris les ofreció ketamina a ella y a una amiga, algo que nunca habían probado.

«Mi compañera accedió y yo me negué, pero mientras él la preparaba en un microondas, me insistía», relató la modelo y aseguró que en un momento su amiga no reaccionaba y ella no podía sacarla del departamento porque el médico no la dejaba.

Siempre según el relato de la joven, después el médico le prometió que él y Mercado también se iban a inyectar y que a ella sólo le iba a colocar un mililitro de una jeringa, tras lo cual se despertó desnuda al lado de Billiris con manchas de sangre en la entrepierna y a su alrededor, que no eran producto de una aguja.

A pesar de que el momento fue confuso, la modelo dijo que pudo darse cuenta de que su compañera y Mercado ya no estaban en el departamento y entonces decidió sacarle fotos al lugar y aportó esas imágenes como prueba ante la Justicia.

En coincidencia con lo declarado por Torres (21) en la causa por la golpiza, la modelo dijo que el anestesista les ofreció trabajo porque necesitaba una «secretaria» para ayudarlo a organizar papeles y les propuso consumir drogas incluso en horario laboral.

También aseguró que sabe que hay muchas más víctimas del anestesista y contó que hasta tienen un grupo en Facebook para que todas se animen a hablar.

Las jóvenes atacadas mencionaron que Billiris no actuaba solo e identificaron primero a Mercado, que fue detenido el 8 de febrero en Palermo, y luego a Rosenthal Verdaguer.

La hipótesis que se maneja en la investigación es que Mercado captaba a las jóvenes en los boliches, mientras que Rosenthal Verdaguer era el encargado de «financiar» las drogas que utilizaba el anestesista cuando llevaba a las chicas a su departamento.

Torres denunció que el 31 de enero pasado Billiris quiso matarla en el departamento de él, situado en Beruti 4543, de Palermo, y que a raíz de las lesiones sufridas tiene problemas de audición en su «oído izquierdo».

De acuerdo a las fuentes judiciales, la joven relató que la noche en la que Billiris la golpeó habían consumido drogas juntos hasta el momento en el que él dejó de moverse y empezó a despedir espuma por la boca.

La reacción de Torres fue, según su propio relato, sujetarlo e intentar acostarlo, a lo que el anestesista reaccionó con golpes de puño que continuaron hasta el punto en el que la joven perdió la memoria.

Tras la denuncia de Torres, el anestesista fue detenido y luego declaró ante la justicia que no recordaba lo que hizo la noche de la agresión y quería rehabilitarse de su adicción de las drogas.

Dado que en el departamento de Billiris se secuestraron estupefacientes, la causa pasó del fuero correccional primero, al criminal después y finalmente al federal, donde todas las actuaciones fueron absorbidas por el juez Ramos.