Guillermo Cóppola, Guillote para sus más allegados, tiene muchos amigos abogados, con quienes suele jugar al fútbol, salir a comer o de gira. Quizás alguno de ellos le sugirió que iniciara una demanda al Estado para obtener un resarcimiento por el tiempo que estuvo detenido por orden del ex juez federal Hernán Bernasconi, entre octubre de 1996 y enero de 1997. El empresario recuperó su libertad y quedó sobreseido cuando se comprobó que la causa había sido armada por Bernasconi y policías corruptos. El tema es que llevó su reclamo a la Justicia, pero finalmente la Corte rechazó su pedido porque estaba extinguidos los plazos. Es decir, ya se había agotado el tiempo para reclamar. Ahora les debe estar recriminando a sus amigos abogados: menos pelota y más libros.