Norberto Oyarbide decidió amigarse con su histórico secretario Carlos «Coco» Leiva. Habían quedado distanciados luego de que a Oyarbide le estallara el escándalo del caso Liuzzi. Fue en enero de 2014 y el polémico juez quedó en la mira porque supuestamente habría frenado allanamientos que comprometían al entonces segundo de Carlos Zaninni.
La decisión de Oyarbide de rehabilitar a Leiva es una mala noticia para el Gobierno que ya daba por descontado que Oyarbide se acogería a la jubilación y enviaría su renuncia al Ministerio de Justicia a fines de este mes.
Oyarbide se sabe en la lista negra del macrismo y en las últimas semanas habría encontrado algún apoyo entre sus pares, que temen que la afronta contra el juez termine en una cacería de brujas que depuraría el fuero y le permitiría al Pro cubrir otras vacantes adicionales a la silla que dejaría Oyarbide.
De la primera instancia están señalados Rodolfo Canicoba Corral, Marcelo Martínez de Giorgi (hay reparos sobre algunos de sus manejos en el caso de la defraudación de los Schoklender en la fundación sueños Compartidos) y también el fiscal Jorge Di Lello que si bien firmó el sobreseimiento de Macri en el caso de las escuchas, ocupa la fiscalía electoral que el PRO querría controlar mediante otro fiscal.
El plan de Oyarbide para resistir consiste en enviar algún tipo de señal al Gobierno para lograr un armisticio. No sería de extrañar que en las próximas semanas haya movimiento en el alguno de los casos que le tocaron al juez durante el kirchnerimo y que este durmió.
Amado Boudou debe preocuparse porque el fiscal Carlos Rívolo decidió avanzar fuerte en un caso por dádivas que justamente tramita en lo de Oyarbide. Incluso en el fuero corre el rumor de que el juez habría intentado un encuentro con el Presidente a solas que habría sido gestionado, sin éxito, por María Servini de Cubría.
El inconveniente para Oyarbide son sus causas en la comisión de Disciplina del Consejo de la Magistratura donde sólo tendría dos apoyos seguros: el del juez Luis Cabral que en estos casos actúa de modo corporativo y el diputado Héctor Recalde que anda con cuidado por las causas de su hijo Mariano en Comodoro Py.
El senador Ruperto Godoy dice que votará contra Oyarbide lo mismo el acadèmico Daniel Candis. Ambos integran el bloque kirchnerista.