Los hijos de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, Florencia y Máximo, pidieron hoy ser sobreseídos al enfrentar por primera vez una declaración indagatoria por corrupción en la llamada «causa Los Sauces», a la que tildaron de «disparate» y que forma parte de una campaña de persecución política contra su familia con el fin de «proscribir» a la madre de ambos.
En sendos escritos entregados al juez federal Claudio Bonadio, los hermanos Kirchner defendieron la actividad de la sociedad familiar «Los Sauces» y afirmaron que fueron legales los alquileres de sus propiedades a contratistas del Estado durante el gobierno kirchnerista, pero se negaron a responder preguntas, según los descargos a los que accedió Télam.
Máximo Kirchner se diferenció de su hermana al entregar a la justicia un escrito de tono político en el cual desmintió que la empresa familiar haya sido un «enjambre societario» y sostuvo que, en todo caso, eso sí son las «50 off shore» del «presidente Macri», en referencia a los «Panamá Papers», como se llama a la filtración de documentos confidenciales de una firma panameña administradora de inversiones en «paraísos fiscales».
También adujo que con las causas por presunta corrupción durante los gobiernos de sus padres se intenta ocultar escándalos, en alusión al caso del acuerdo del Estado con el Correo Argentino SA, la concesión de rutas a la aerolínea Avianca y el «caso Arribas» de presunto pago de sobornos al titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas.
El hijo de Néstor Kirchner y Cristina Fernández y actual diputado nacional por el Frente para la Victoria, consideró que «resulta evidente que están decididos a proscribir a la ex Presidenta de la Nación» mediante la «campaña de persecución y hostigamiento político judicial y mediático» que «viene padeciendo» la familia Kirchner.
A su vez, Florencia advirtió en su escrito que tenía 12 años cuando comenzó la presunta asociación ilícita que investiga el juez Bonadío y 16 años cuando se constituyó la firma Los Sauces, de la que posee el 50 por ciento como «heredera forzosa».
«Mi relación con Los Sauces SA se inicia como consecuencia del episodio más triste de mi vida y por estricta aplicación de normas de orden público que rigen al derecho sucesor», sostuvo en alusión al fallecimiento de Néstor Kirchner, en octubre de 2010.
«La única y verdadera causa por la cual se me llama a prestar declaración indagatoria es por ser la hija de Néstor y Cristina Kirchner», agregó.
En medio de un operativo de seguridad que incluyó a 400 gendarmes, 200 prefectos y policías federales que rodearon los tribunales federales de Comodoro Py 2002, Florencia Kirchner llegó 20 minutos antes de las 9 horas al juzgado de Bonadío.
En sólo 20 minutos de audiencia, Florencia intercambió saludos formales con apretón de manos al juez y al fiscal federal Carlos Rívolo pero sólo se limitó a dar información personal, como su salario de 50.000 pesos, a escuchar la lectura de los cargos en su contra, hasta que su abogado, Carlos Beraldi, entregó un escrito de cinco carillas e informó que no respondería preguntas.
«Está claro que no estamos ante un problema jurídico sino ante un ejemplo liso y llano de persecución política y provocación de daños por ser la hija de los ex presidentes Néstor y Cristina Kirchner», sostuvo Florencia, quien al igual que su hermano Máximo fue indagada por «lavado de activos, negociaciones incompatibles, cohecho y asociación ilícita».
La menor de los Kirchner dedicó gran parte de su escrito a quejarse porque tiene su sueldo embargado, pidió ser sobreseída, que se anule la interdicción de su salario y se le pague con retroactividad.
«Se embarga mi sueldo, que es inembargable», apuntó al considerar que se trata de «un ejemplo liso y llano de persecución política y provocación de daños por ser la hija de los ex presidentes».
«Desde que la persecución a mi madre se ha extendido al resto de la familia, y en especial a mi, el Poder Judicial impide que yo cobre mi sueldo», agregó en el escrito.
Florencia Kirchner calificó de «absurda» la acusación en su contra y «la prueba más palmaria de ello es el DNI» en referencia a que se le acusa «de haber participado en una asociación ilícita que habría comenzado a desarrollar sus designios criminales desde mayo de 2003, es decir, cuando sólo tenía 12 años».
Poco antes de las 10 había llegado al juzgado Máximo Kirchner, quien en otra audiencia de menos de media hora dejó un escrito en el que tildó de «descomunalmente absurda» la imputación de lavado de dinero, porque siempre hubo «cheques, depósitos, facturas y registros» de las operaciones de alquileres de Los Sauces.
La causa «es la muestra más palmaria de la campaña de persecución y hostigamiento de la cual es víctima mi familia», sostuvo.
La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner fue citada por Bonadío para este martes a las 9 en la que será la última declaración indagatoria de la causa, tras lo cual el juez federal quedará en condiciones de resolver la situación procesal de los imputados.
En los tribunales de Comodoro Py estuvieron presentes la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, el ex titular de la AFI, Oscar Parrilli, y los diputados nacionales y dirigentes de La Cámpora, Juan Cabandié, Andrés Larroque, Eduardo «Wado» de Pedro, entre otros.
Máximo y Florencia dijeron que se busca proscribir a Cristina
Los dos presentaron escritos, negaron las acusaciones de lavado y dijeron que la causa del juez Bonadio es un disparate.