Por Rafael Saralegui
Andrés Veira tenía 35 años y hasta el fin de semana trataba de ganarse la vida como cuidacoches. El jueves 6 denunció que un efectivo policial lo amenazó, le dijo que no tenía derechos y lo golpeó cuando se encontraba sobre la avenida Rivadavia y Bulnes en jurisdicción de la comisaría 9a. En la madrugada del sábado 8 apareció en la vereda de la avenida Rivadavia al 3600 con cinco disparos en el pecho.
En el Ministerio de Seguridad de la ciudad de Buenos Aires aseguran que no hay relación entre los dos hechos, pero en el Movimiento de Trabajadores Excluidos, donde Andrés militaba, dicen que las circunstancias de su muerte son muy sospechosas y que la denuncia y el homicidio están directamente vinculados.
“El jueves a las 14 horas Andrés Veira, un joven en situación de calle que asistía regularmente al centro barrial de Once de Vientos de Libertad – MTE realizó una denuncia por violencia institucional ante el Ministerio Público Fiscal a raíz de una situación de apremios ilegales que había recibido días atrás. Hoy por la madrugada su cuerpo sin vida apareció a pocas cuadras de los hechos con 5 disparos”, denunció el sábado Juan Grabois, uno de los referentes del movimiento.
En la denuncia presentada ante el Ministerio Público Fiscal de la ciudad de Buenos Aires Veira había dicho que un efectivo de la Policía de la Ciudad que se movilizaba en el móvil 2546 lo golpeó y amenazó en las cercanías de Rivadavia y Bulnes en la madrugada del domingo.
Según la denuncia, el agente lo empezó a golpear y a insultar a él y a otros dos hombres que estaban limpiando parabrisas de los coches. El agente le advirtió “callate, hijo de puta, vos no tenés derechos. Le contesté que estábamos viviendo en un país democrático. Y cuando termine de decírselo me pegó una patada en el tobillo derecho con su pierna izquierda y me reiteró cállate”. El agente le dijo a los otros dos hombres que se fueran y le advirtió a Veira que tenía que callarse cuando se lo ordenaba y después de amenazarlo nuevamente lo dejó ir.
“Era un compañero que estaba en situación de calle y se ganaba la vida sobreviviendo, con iniciativas autogestivas, para poder organizar su vida. Un pibe que tenía una enorme alegría de vivir, que no tenía maldad, y que por este sistema que descarta y excluye terminó en la calle, pero que tenía sueños como cualquiera de poder salir adelante”, dijo un compañero de Veira el diario Página 12.
En la Policía de la Ciudad rechazan que la denuncia y la muerte de Veira se encuentren vinculadas. Las fuentes del Ministerio de Seguridad aseguran que a través de una llamada al 911 a las 5.20 del sábado 8 un patrullero de la comisaría 5a. llegó hasta Rivadavía al 3600. Y que allí dos hombres que habían salido de un bar “discutieron con un cuidacoches y le efectuaron varios disparos”. En el lugar encontraron cinco vainas servidas calibre 22. Se dio intervención a la División Homicidios, que está en la búsqueda de testigos e imágenes en las cámara de la ciudad, dijeron las fuentes.
“Si la denuncia y la muerte para ello no tienen nada que ver, pero para nosotros sí. Estamos acostumbrados al mal trato a la violencia, a los golpes, todos el tiempo de la comisaría 9a. a los pibes y la pibas. Después de la denuncia aparece un coche, sin patente. Cinco tiros, de la manera que lo matan, es muy sospechoso. El coche frena, bajan la ventanilla y le disparan cinco tiros en el pecho”, dicen en el MTE. En el movimiento aseguran que el acoso policial a los trabajadores callejeros son una constante y que luego de la denuncia Veira continuó recibiendo amenazas. Hasta su muerte.