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Matan a las mujeres adentro de sus casas

Por Fernanda Gil Lozano*

Los datos muestran claramente que el crimen de Lola Chomnalez, de 15 años, en la localidad balnearia de Valizas, en Uruguay, es sólo uno de los tantos casos de asesinatos de chicas de entre 13 y 18 años que se registran anualmente.

Las estadísticas crecen muchísimo cada año y los datos son aún más alarmantes si se tiene en cuenta que hay un porcentaje muy elevado de muertes que ni siquiera se conocen. Esto ocurre porque hay muchos fallecimientos de mujeres en diferentes rincones del país que no se investigan como corresponde.

La muerte de Lola tomó mucha repercusión porque la menor pertenecía a una familia de un status social que ha hecho ver a gran parte de la sociedad que estos hechos le pueden pasar a cualquiera, a diferencia de lo que ocurre lamentablemente cuando las víctimas son del interior del país o pertenecen a un nivel socioeconómico más bajo.

Los argentinos deben ser mucho más solidarios ante este tipo de situaciones, en todos los extractos de la sociedad, porque los hechos van a crecer cada vez más si no se hace nada.

En diciembre último presenté en el Congreso la iniciativa para la creación del Programa Psicosocioeducativo Nacional, destinado a modificar conductas agresivas en pos de favorecer la reinserción social y la prevención de la violencia masculina.

El proyecto promueve la modificación de la Ley 26.845 de Violencia de género y la inserción del artículo 27 BIS, para la formación del plan de trabajo destinado a proveer las medidas conducentes para brindar a los violentos asistencia médica o psicológica, a través de los organismos públicos y organizaciones de la sociedad civil con formación especializada en la prevención y atención de la violencia contra las mujeres.

La idea surgió a partir del pedido de las propias mujeres víctimas de violencia, quienes reclamaban que se hiciera algo con los varones agresores. Nunca se buscó trabajar con los varones violentos para hacerles tomar conciencia de que actuaron mal, entonces seguían creyendo que lo que habían hecho estaba bien.

La violencia va creciendo cada día y si no se empieza a trabajar con los hombres va a seguir aumentando el caso de mujeres violentadas. Hasta ahora se ha hecho mucho hincapié en el tratamiento de las víctimas de la violencia, las mujeres. Pero para el tratamiento integral de la cuestión es necesario abordar todas las partes que la conforman.

La violencia es una conducta adquirida, es decir, un comportamiento que se aprendió en algún momento y que, con este nuevo programa, se trataría de desmontar de la personalidad de los agresores.

En la Argentina es muy difícil escuchar hablar de políticas de seguridad con una perspectiva de género porque sólo se diseñan para el afuera, pero a las mujeres las están matando adentro de sus casas.

*Diputada mandato cumplido.