El vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto, asoció hoy las amenazas contra el juez Alfredo Drocchi, que denunció irregularidades en el caso Candela, con una presunta «connivencia» entre «sectores de la Policía Bonaerense, la Justicia y la política», y pidió a responsables políticos que no miren «para otro lado».
El funcionario argumentó que la comisión especial del Senado bonaerense que él impulsó para «aportar esclarecimiento» al secuestro seguido de homicidio de la niña Candela Rodríguez, elevó un «informe» al Ejecutivo provincial con la «recomendación de la separación del cargo de una treinta» de policías -entre ellos el propio jefe de la fuerza, Hugo Matzkin- y «nadie lo tomó en cuenta».
Además, volvió a definir al caso -ocurrido en agosto de 2011 en el partido bonaerense de Hurlingham- como «un secuestro seguido de muerte relacionado con un tema de narcotráfico vinculado con (el distrito de) San Martín».
«Lo peor que puede ocurrir es la connivencia de la Policía con el delito, con la cobertura de la Justicia y con la distracción de la política. Lo de Drocchi se suma a esto; ayer sufrió otra intimidación, y las intimidaciones son moneda corriente», enfatizó Mariotto por radio Del Plata.
El vicegobernador sostuvo que «no es toda la fuerza policial la que tiene connivencia con el delito», dijo que hablaba de algunos «sectores» y advirtió que, «en honor a los funcionarios policiales honestos, a los funcionarios judiciales honestos y a la política honesta, esto hay que ponerlo en palabras, dar visibilidad y no mirar para otro lado».
Recordó que, desde el Senado provincial, «la comisión Candela» elaboró un «informe» que «se elevó al Ejecutivo (bonaerense), se elevó a la Procuración, se elevó al Tribunal Superior y también se elevó a la Cámara Federal de San Martín para que la Justicia Federal tomara partido, y nadie de los que recibieron ese informe lo tomó en cuenta».