Por Ignacio Ramírez.

En medio de una conmovedora muestra de solidaridad, las inundaciones de La Plata esconden advertencias que la Municipalidad nunca quiso escuchar, torpeza en la investigación judicial, y omisión a la hora de controlar los decesos y entierros en los días posteriores a la tragedia. Como si la política jugara a la ruleta rusa con la vida de la gente, hay pistas y huellas que ameritan un urgente cruce de información policial, judicial, sanitaria y mortuoria.

Más allá de las denuncias del juez en lo Contencioso Administrativo 1° de La Plata, Luis Federico Arias, reproducidas por este portal, hay elementos concretos para sospechar que no solamente hay algunos muertos que no fueron incluidos en las listas oficiales, sino que la investigación judicial parecería no avanzar.

A esta altura, la lista oficial de muertos se transformó en una mentira, ante la gran cantidad de evidencias indirectas, que plantean la necesidad de una rápida investigación judicial y administrativa.

El primer dato surge a partir del diario El Día y sus avisos fúnebres. Si se toma

al azar el archivo de esa sección, en los días anteriores a la inundación encontraría entre cinco y nueve avisos. En los días posteriores a la tragedia, hubo más de 60 avisos.

De los diferentes hospitales de La Plata, que cuentan con casi 4000 médicos matriculados; hay profesionales que están siendo presionados para no hablar con los medios. Tres médicos que prefirieron el anonimato relataron a este cronista que firmaron de tres a siete certificados de defunción, en los días posteriores a la tragedia. En todos los casos, ninguno fue judicializado pero tenían a su criterio relación con la inundación. Para decirlo en pocas palabras, su deceso fue producido por la tragedia. La razón: fueron muertes no traumáticas. Hipotermia, paro cardiorrespiratorio no traumático, presión, electrocutados, acv, descompensaciones, etc. En el Hospital Español se denunció el caso de pacientes y un médico que supuestamente murió electrocutado.

La sospecha es que los muertos son muchos más.

La pregunta ante la gran cantidad de testimonios es porque no se secuestraron los libros de todos los hospitales, y se tomó declaración a todos los médicos que cubrieron las respectivas guardias. Para poder reconstruir la lista de todos los certificados de defunción expedidos en los días posteriores al 2 de abril.

Por ejemplo, el caso de la familia Aguirre quienes denunciaron ante la Justicia que el certificado de defunción de sus padres, quienes aparecen en el listado oficial de 51 muertos por las inundaciones en La Plata, fueron “falsificados” en la Morgue de La Plata.

En la denuncia sus hijas detallaron que sus padres, Irene del Carmen Arias Burgos y Raimundo Eliseo Aguirre (en la lista oficial figura como Rolando), fallecieron ahogados “el 3 de abril a las 5 de la mañana, pero en el certificado dice que fue el 2 de abril a las 10 de la noche. La hora de la muerte que figura en el certificado, ambos estaban vivos, además, en el certificado de papá dice que murió ahogado por asfixia mecánica, cómo si se hubiese ahorcado, cuando murió ahogado y  en el certificado de mi mamá dice ‘paro cardiorespiratorio no traumático’ y no aclara la causa de ese paro, que fue el ahogamiento”.

De los siete cementerios de la ciudad de La Plata, solo uno es municipal. Aquí tampoco se trabajó con premura. No se secuestraron los libros, mucho menos se relevó la cantidad de entierros post inundación. En todos los casos, aseguran los empleados que el trabajo se duplicó o triplicó en los días posteriores.

Sin contar la actual lista de desaparecidos: ni muertos ni vivos: al día de hoy hay 26 denuncias de paradero, originadas el día posterior a la inundación. La lista oficial a esta altura ¿es una mentira verdadera?.