| El entorno del vice está que arde

Los abogados de Boudou, en plena guerra

Boudou es asistido por su amigo Eduardo Durañona y por Diego Pirota, quien podría dejar su defensa. Recriminaciones cruzadas y reproches por el esto actual de la causa.

Pirota, de traje azul, perdería a su mejor cliente.

Pirota, de traje azul, perdería a su mejor cliente.

El conflicto entre los abogados de Amado Boudou está llegando a niveles difíciles de manejar para el vicepresidente, de ahí que por estas horas se especule con la salida de Diego Pirota como defensor. Este vive una interna permanente con Eduardo Durañona, que además de ser su abogado, es uno de entornistas selectos en la vida de Boudou.

El detonante de la última pelea fue José María Núñez Carmona. Durañona acusó a Pirota de que este habría renunciado demasiado tarde a la defensa del empresario, decisión que se oficializó el miércoles ante el juez federal Ariel Lijo.

“Tendrías que haberlo dejado de defender hace por lo menos un año y medio, no ahora que nos jugamos todo”, le espetó Durañona quien también dispara comentarios ácidos sobre Débora Litchman que trabaja junto a Pirota y que se desempeñó en el despacho del juez de la Casación Penal Mariano Borinsky: “esa es la que andaba diciendo que el recurso de Casación iba a andar bien, la verdad una garantía”.

Pirota está con Boudou por determinación del Gobierno. Aunque parezca lejano, quien primero recomendó al estudio de Darío Richarte, donde reporta el abogado, fue el ex jefe de gabinete Juan Manuel Abal Medina. Pirota también es su abogado en una causa relacionada con la televisación del Fútbol para Todos.

Además, juntos pergeñaron las elecciones del claustro docente en Ciencias Políticas de la UBA, donde Abal Medina apoyó al candidato de Richarte (Franja Morada) y desplazó al comentarista de canal 7, Edgardo Mocca.

La mala relación entre Durañona y Pirota nació casi con la causa Ciccone. El primero denunció penalmente al procurador general Esteban Righi, que luego se iría del Gobierno, y al titular de la Bolsa de Comercio, Adelmo Gabbi. A Righi el vicepresidente lo había acusado de hacer lobby a favor del estudio de su familia y a Gabbi de una negociación similar a favor de la empresa Boldt.

La causa terminó con todos sobreseídos. Desde el Estudio Righi dijeron que habían estado tres veces con Boudou y siempre a pedido de èl ya que, detallaron, algunos integrantes del estudio tenían una gran cercanía a Boudou, como es el caso María José Labara, esposa de Guillermo Montenegro. El ministro porteño compartió durante años la pasión por las motos de alta cilindrada con Boudou. Para defenderse desde el estudio solo tuvieron que mostrar un escrito para contar el grado de cercanía con Boudou al cual adjuntaron fotos familiares.

Pirota siempre dijo que Durañona manejó mal ese caso, que para él era clave ya que ponía la lupa sobre Boldt. Nunca pudieron encauzarse hacia una buena relación. Ayer por la mañana Pirota recibió el dato que durante el fin de semana Durañona se tomará “un cafecito” con Mariano Cuneo Libarona. El tiempo de Pirota dentro del expediente podría estar cerca de su fin.


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