| Columnistas

Lorenzetti, el presidente que se aseguró llegar a 2019

Por Bernardo Vázquez

Faltan más de ocho meses para el 1º de enero, pero la Corte Suprema de Justicia se anticipó a la fecha y confirmó a Ricardo Lorenzetti como presidente a partir del primer día de 2016, y hasta el 31 de diciembre de 2018. El juez rafaelino, que asumió el cargo en 2007, iniciará su cuarto mandato al frente del máximo tribunal y, de completarlo, se convertirá en el tercer jefe de ministros con mayor tiempo de gestión, sólo detrás de Roberto Repetto, que lideró la Corte desde 1931 hasta 1947, y Nicanor González del Solar, que la presidió de 1910 a 1924. Superará, entre otros, a Julio Nazareno, su antecesor, que encabezó la Corte de 1994 a 2003.
La elección de Lorenzetti no resulta casual, sobre todo en tiempos en que el máximo tribunal se encuentra en inferioridad numérica respecto a lo que debe ser su conformación. Hace un año exacto, la Corte contaba con siete miembros, pero los fallecimientos de Carmen Argibay y Enrique Petracchi, y el retiro de Eugenio Zaffaroni, redujeron el cuerpo casi a la mitad, obligando al Ejecutivo a tener que promover a un candidato. El elegido, el joven Roberto Carlés, no cuenta con los dos tercios necesarios de aprobación en el Senado y su postulación está a punto de caerse.
Ese contexto es propicio para la ambición de Lorenzetti de continuar en su puesto, más allá de que él, íntimamente, la relativice. En septiembre cumplirá 60 años y todavía le quedarán 15 por delante para seguir ejerciendo como juez del máximo tribunal. Con el consenso de Elena Highton, Juan Carlos Maqueda y Carlos Fayt, sus tres colegas, resulta difícil imaginar una Corte en la que las decisiones trascendentes no lleven su firma impresa. Lorenzetti siente, y le hacen sentir, que si rechaza la presidencia, la confianza en el máximo tribunal corre riesgo de debilitarse demasiado.
El fallo del martes, unánime, ratifica su peso. Aun cuando desde el Gobierno lo niegan de manera sistemática, fue él quien reinstaló en la agenda mediática el supuesto intento oficialista de ampliar el tribunal a nueve miembros. Y fue su Corte, también, la que se encargó de debilitar ese intento al declarar inconstitucional la lista de conjueces que el Ejecutivo había diseñado para cubrir potenciales vacantes.
Cada uno de esos detalles explica el por qué de la reelección de Lorenzetti, aun cuando todavía queda un largo camino hasta que finalice su tercer mandato. No tiene sucesor, al menos mientras el cuerpo no se renueve y se termine de cerrar el ciclo de la valorada Corte que construyó el kirchnerismo hace una década, que le reportó al Estado fallos favorables y adversos y que, incluso con matices, se ganó el respeto de todos los sectores. Lorenzetti se hará cargo de esa transición y mientras los presidenciables pujan por cada voto para ser cabe za del Ejecutivo por cuatro años, él ya se aseguró dirigir el Poder Judicial hasta 2019.

Fuente: El Cronista.


Compartir: