Por Rodolfo Palacios.-

Zulma Abdala, de 23 años, llegó a hacer treinta denuncias contra su pareja por golpes y amenazas. Pero la primera vez que la policía y la Justicia entraron en acción fue cuando subió un video en Youtube en el que cuenta su historia y pide ayuda con desesperación. “Soy madre de un bebé de tres años. Vivo con mi mamá cardíaca, mi papá, mi hermana y mi abuelita. Mi familia padece un infierno por la violencia de género”, comienza el video de Zulma que conmovió a la sociedad hace poco más de un año.

Zulma consiguió ayuda cuando subió un video a la red.

El caso llegó a juicio en Morón. Los videos fueron fundamentales para probar las agresiones. El acusado es Richard Pintos, un uruguayo que usa seis identidades y que tiene antecedentes por amenazas, maltratos y robo de estéreos. Según fuentes judiciales, ya había sido denunciado por otras dos mujeres. Es como un golpeador serial. Incluso ahora está en pareja con una mujer que también lo denunció por agresión. Su suegra lo acusó de incendiarle la casa.

En el video, Zulma cuenta que Pintos la golpeó, le fracturó un dedo, la encerró muchas veces y hasta golpeó a sus padres. “Llegó a secuestrarme con mi hijo. La fiscalía de Morón tardó una semana en notificar la restricción perimetral. Mi bebé y mi familia pueden morir. Por favor, ayúdenme”, ruega Zulma.  Luego dijo a los medios: “La Policía y la Justicia estaban esperando que me pasara algo, de otro modo no se explica por qué no hicieron nada. Recién actuaron cuando grabé el video y llegué a la prensa”.

La fiscalía pidió cuatro años para Pintos. También fue acusado de amenazar a la víctima y a su familia días antes del comienzo del juicio. “Hubo llamadas telefónicas hechas por él hechas desde Sierra Chica y Florencio Varela, donde estuvo preso, en las que amenaza a Zulma, a su madre y a su padre. Además mandó gente a apretar y Zulma descubrió que era seguida por un auto. Hubo testigos amenazados a los que le exigieron que no se metieran en esto”, denunció su abogada Raquel Hermida.

“Si no hubiese estado el video, este hombre habría hecho desastres. Lo detuvieron cuatro días después del primer video. Es más, lo arrestaron justo cuando yo estaba dando una nota en el canal 26. Era un sábado. Sospecho que Pintos tiene alguna banca policial. Él era un ladrón consuetudinario de estéreos. Y nos llamó la atención que cuando hicimos la denuncia y el pedido de restricción perimetral, la comisaría de Hurlingam  lo cajoneó  y lo notificó con demora”, dijo Hermida a CyR.

A partir de este caso, muchas mujeres comenzaron a grabar videos en los que denuncian a sus parejas maltratadoras. “Zulma fue la primera. Lamentablemente tuvo que hacer eso para ser vista y escuchada. Si no lo hubiese hecho todavía seguiría siendo víctima o quizá no estaría viva. Ahora las mujeres maltratadas recurren a la web para reunir pruebas o pedir asistencia, desde Facebook, Youtube o Twitter. Lo mismo con los celulares: los usan para sacar fotos. Todas llegan a eso después de hacer varias denuncias sin resultados”, dijo Hermida.

Otro caso similar fue protagonizado por Analía Maldonado, quien subió a su perfil de Facebook fotos suyas en las que aparece con las heridas generadas por los golpes que le daba su pareja. “Si no lo hacía, me iba a matar. Esto me salvó la vida”, dijo la mujer. Cuando se conocieron las fotos, la justicia actuó y ordenó detener al agresor.