Por Rafael Saralegui.

Los investigadores del crimen de Angeles Rawson se concentraron en poner la lupa sobre el entorno de la adolescente de 16 cuyo cadáver fue encontrado en la planta de tratamiento del Ceamse en José León Suárez en la mañana del martes último. La fiscal Paula Asaro todavía no ha imputado el crimen a persona alguna pero tiene en mente tomar declaración como testigos en las primeras horas a los familiares de la joven asesinada.

En la investigación hay algunos elementos concretos que llevan a la pesquisa al círculo más cercano de la adolescente, pero faltan pericias que se están realizando para poder seguir avanzando. Los peritajes están referidos a la búsqueda de ADN en varios elementos secuestrados en la casa de la adolescente. Los investigadores descartaron a estas horas la tesis inicial que hablaba de un violador serial de la zona de Colegiales, menor a 30 años, que ya había estado detenido.

La policía incorporó a la causa dos videos cercanos al edificio donde Angeles vivía con su mamá Jimena y la pareja de ella Sergio, un hijo de él, y un hermano de ella. En los videos se la ve a Angeles caminando hacia su casa situada en Ravignani 2360, después de haber participado de una clase de gimnasia en un predio situado al lado de una planta del Ceamse que hay en el barrio. La chica le había dicho a sus compañeras que volvía a su casa para almorzar. Uno de los videos fue tomado de la cámara situada en Ravignani 2330, donde la familia de Angeles alquila una baulera. Esa cámara registró el paso de la chica minutos antes de las 10 del lunes y no aparece filmada nunca más. Esto quiere decir que Angeles podría haber entrado en su casa y vuelto a salir caminando hacia otro lado y por eso no quedó registrada su salida. ¿O nunca más salió de la casa?

Angeles fue filmada por dos cámaras cuando volvía a su casa.

Durante el allanamiento que se realizó en la noche del miércoles en el domicilio de Angeles y su familia, la policía secuestró un morral con el que había ido a la clase de gimnasia. También las zapatillas blancas que tenía puestas cuando fue a la clase. El cadáver tenía zapatillas negras. El morral y las zapatillas demuestran que la adolescente regresó a su casa, como le había dicho a las amigas, luego de la clase de gimnasia. ¿Había alguien en la casa? ¿Se cambió las zapatillas, dejó el morral y volvió a salir? La fiscal ordenó que se buscaran imágenes en cámaras de seguridad en 300 metros a la redonda de la casa de Angeles para confirmar o descartar que hubiera salido de la casa, después del cambio del calzado. Además está el testimonio de varios porteros del barrio que dijeron haber visto a la adolescente cuando volvía a la casa.

Sergio Opatowski, la pareja de la mamá de Angeles, dijo que había desayunado con ella a las ocho de la mañana del lunes y luego salió a realizar una serie de actividades que tenía previsto para ese día. Y que no volvió a ver a Angeles.

Otro dato llamativo: ayer a la mañana fue encontrado un cuaderno de comunicaciones de Angeles en el cruce de la avenida General Paz y Panamericana. El hallazgo lo hizo un barrendero que lo llevó a la comisaría 36ª con jurisdicción en la zona. Después de hojearlo reconoció el nombre de la adolescente asesinada y lo llevó a la policía. ¿Cómo llegó el cuaderno hasta allí? Puede tratarse de un intento deliberado por llevar la atención de la pesquisa lejos de Colegiales-Palermo, que es donde por estas horas se encuentra concentrada. No hay una explicación hasta el momento sobre el hallazgo del cuaderno tan lejos de la casa de Angeles.

Hay otro elemento que fue pasado por alto o al que se le dejó de prestar atención. Un tuit publicado por un adolescente en el que decía el martes que el cuerpo de Angeles iba a ser encontrado en el Ceamse. El tuit fue publicado varias horas antes de que esa información hubiera trascendido. Los investigadores intentan determinar si fue una mera coincidencia o hay una punta allí que pueda ser útil para la investigación. Muchas pistas están abiertas.