Campagnoli junto a su defensor Gil Lavedra.

Por Rafael Saralegui.

«¿Qué se siente defender a Lázaro?¿Paga bien Lázaro Báez?», replicó Jorge Lanata a la pregunta que le hizo el fiscal Adolfo Villate durante el segundo día del jury que se le sigue al fiscal suspendido José Campagnoli, en el comienzo de la segunda jornada del enjuiciamiento. Molesto, el periodista dijo que lo estaban gastando cuando le preguntaron si había recontrachequeado la información sobre una denuncia por extorsión que se le había realizado a Federico Elaskar.

Campagnoli está acusado de haber desviado el objeto procesal de una causa a su cargo en la que Elaskar estaba denunciado por extorsión al empresario Lázaro Báez y de haber usado el expediente para apoyar al grupo Clarín y al staff de Lanata en el programa Periodismo para Todos en el que se dieron a conocer supuestas maniobras de lavado de dinero.

Por eso la primera parte de la audiencia estuvo centrada en el testimonio de tres periodistas: Lanata, que fue bastante impreciso en sus respuestas, Nicolás Wiñaski, que trabaja en Clarín y en PPP y Daniel Santoro, editor de temas judiciales en Clarín. Los tres testigos fueron propuestos por la defensa de Campagnoli integrada por el ex diputado nacional Ricardo Gil Lavedra e Ignario Irigaray.

Los tres coincidieron en decir lo que a la defensa le interesaba: que Campagnoli no había sido fuente de los periodistas del programa de Lanata ni del diario Clarín en las notificias que se publicaron referidas a las causas en curso contra Lázaro Báez.

Lanata aseguró que había conocido a Campagnoli cuando fue a declarar a la fiscalía de Saavedra, luego del programa de abril de 2013 donde se difundió la supuesta ruta «del dinero K». Dijo que fue a declarar de noche y allí había varias personas y que una de ellas le contó que Elaskar figuraba en una causa a cargo de Campagnoli. En rigor, Elaskar figuraba como imputado de extorsión en esa causa luego de haber sido denunciado por Lázaro Báez, quien luego terminó como acusado. La causa pasó más tarde al fuero federal donde Báez fue sobreseído por el juez federal Sebastián Casanello.

Wiñaski dijo que había entrevistado a Campagnoli una vez cuando tenía un cargo durante el gobierno de Kirchner (era secretario de Seguridad) y Santoro dijo que Campagnoli no había sido fuente de sus notas, aunque se aclaró de decir que se amparaba en el secreto profesional para no revelar quiénes eran sus fuentes.

A Lanata se le preguntó además si recordaba cómo había obtenido un dictamen de Campagnoli, que exhibió en el noticiero de Canal 13, en el que se imputaba a Lázaro Báez de lavado de dinero. Dijo que creía recordar que lo había conseguido la periodista Luciana Geuna en fuentes de la justicia federal.

Wiñaski fue más preciso al referir cómo fue que conoció a Federico Elaskar y los meses de conversaciones que lo llevaron a convencerlo de aparecer en el programa de Lanata para revelar la supuesta ruta del dinero y cómo él había lavado 55 millones de euros de Lázaro Báez que supuestamente habían sido obtenidos en forma ilegal.

El interrogatorio a Lanata surgió por los cauces habituales, hasta que Villate lo descolocó y provocó la respuesta de la figura de Canal 13. El presidente del tribunal, Eduardo Adler, le tuvo que llamar la atención y recordarle que debía contestar dirigiéndose a los integrantes del jury, que suspendieron a Campagnoli en diciembre del año pasado. Y que además no se encontraba allí para realizar preguntas, sino para contestarlas.

Luego de los periodistas declararon los jueces Ricardo Recondo y Luis Cabral, ambos de la Asociación de Magistrados, la legisladora Graciela Ocaña, y el diputado radical Manuel Garrido. Todos fueron propuestos por la defensa de Campagnoli.