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La sospecha es que en el crimen de Angeles participaron varias personas

Por Ignacio Ramírez

Los pesquisas a cargo de la investigación del secuestro y homicidio de Angeles Rawson, de 16 años, tienen un par de convicciones: en el hecho tienen que haber participado varias personas y la clave se encuentra en la zona de Colegiales donde fue vista por última vez. Allí ocurrió el crimen de la joven, aunque su cuerpo fue encontrado el martes en José León Suárez.

Recorrer los alrededores de la escena principal o secundaria del crimen que conmociona a a la comunidad del colegio privado Virgen del Valle es una tarea riesgosa. Dos garitas de seguridad, un asentamiento con dos entradas muy pequeñas (una sobre Cramer 193), pibes en las esquinas, cartoneros, tres camiones semiabandonados, cuatro cúpulas de utilitarios y autos en estado de abandono, volquetes, ranchadas de gente en situación de calle, containers móviles y casas tomadas son algunas de las escenas que se ven en esa zona de Colegiales. Como en tantos otros lugares marginales, allí conviven quienes están al borde de la legalidad, con quienes se esfuerzan por salir adelante.

Los alrededores del lugar donde se sospecha ocurrió la desaparición y secuestro de la adolescente están cargadas de situaciones de inseguridad y de un ambiente hostil y peligroso. No es difícil encontrar a cartoneros o transportistas recorrer las calles con productos de dudoso origen, como así también encontrar a cada paso vidrios que en un momento fueron ventanillas de autos. El robo de estéreos en la zona es un delito creciente y a la orden del día, junto con el abandono de vehículos robados.

La pobre luminaria pública no ayuda en una escenografía donde abundan los espacios verdes, el abandono, un predio de deportes utilizado por varios colegios de Colegiales y las bandas de jóvenes criminales dedicados al rubro automotor y el delivery minorista de drogas.

Angeles fue vista por última vez en la mañana del lunes.

Angeles fue vista por última vez en la mañana del lunes.

Hasta pasada la medianoche del martes los fiscales y peritos recorrieron la planta de residuos del Ceamse desde donde salió el cuerpo de Angeles y trataron de tener una radiografía del tránsito humano de las ultimas 24 horas. Se secuestraron libros donde figuran los ingresos y egresos de camiones de traslado a disposición final en el predio del Ceamse en José León Suárez y los camiones de residuos domiciliaros.

La investigación y los peritos cuentan con 11 cámaras de seguridad de los alrededores de la planta, y de diferentes edificios de las calles Cramer y Concepción Arenal. Además, investigadores de la brigada de calle de la Comisaría 31ª, en conjunto con detectives de la División Homicidios PFA ya comenzaron a recorrer no solamente el antiguo asentamiento frente al predio donde desapareció la joven, sino los diferentes espacios verdes, el Mercado de Pulgas, las diferentes casas tomadas y el círculo íntimo de la víctima.

La clave principal en la investigación del caso de Ángeles radica en su celular y su entorno personal. Los detectives delinearon en principio dos líneas de investigación en el asesinato: el predio de Colegiales del Ceamse o los últimos 100 metros entre el lugar y Cramer esquina Dorrego. En el caso se ocupan del expediente en conjunto el fiscal bonaerense de San Martín Héctor Scebba, con jurisdicción en el lugar del hallazgo del cuerpo sin vida de la joven, y la fiscal de instrucción criminal porteña María Paula Asaro, quien investigaba la denuncia  por la desaparición de la adolescente presentada el lunes pasado por la familia en la comisaría 31ª.

Se sabe que la activación y carga del celular de la victima, ocurrió durante la mañana del martes. A las 9.43 se realiza una llamada de 10 minutos desde el celular de la víctima en un banco. A las 10.59 se registra una recarga virtual de 50 pesos. A las 21.48 hay una llamada de la mamá que dura 60 segundos. Después el aparato ya no registra más actividad. Sin embargo los compañeros de Angeles dicen que abandonaron el predio deportivo situado al lado de la planta del Ceamse a las 9.45.

No es sencillo manipular un cuerpo a plena luz del día. Difícilmente exista un sólo autor del crimen reconocen en voz baja los peritos forenses de la División Homicidios que a esta altura dicen contar con pocos elementos. Pero les parece evidente que abusar de la joven, matarla, envolverla en una bolsa de residuos y tirarla dentro de un camión no pudo haber sido realizado por una sola persona. Además, creen, tuvo que haber testigos.

“Acá estamos acostumbrados a que acosen a las chicas diariamente. A vivir rodeados de arrebatos y robos. En medio de una inseguridad permanente en el lugar donde hacemos gimnasia”, cuenta Florencia, una amiga personal de la victima y la última persona que vio con vida.


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