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La responsabilidad de Alperovich y la inevitable intervención al Poder Judicial de Tucumán

Por Rafael Saralegui.

La absolución de los trece acusados del secuestro y la explotación sexual de Marita Verón, desaparecida desde el 3 de abril de 2002, provocó una indignación que cruza a todo el país, genera miles de comentarios en las redes sociales y convocatorias a manifestaciones de rechazo en todo el país. La bronca y la sorpresa deben dejar paso para entender porqué pasó lo que pasó.

José Alperovich es desde 2003 el gobernador de Tucumán, dónde Marita vivía y dónde fue secuestrada, es decir, desde el año siguiente del rapto de Marita, cuando la investigación policial hacía agua por todos lados y en forma adrede desviaba la pesquisa para no dar con los verdaderos responsables.

Alperovich, contador público nacional, se inició en la política en la Unión Cívica Radical y desde ese partido llegó a ocupar el cargo del Ministerio de Economía cuando el peronista Julio Miranda era el gobernador de la provincia, después de la crisis de 2001. Miranda estaba aliado entonces con el presidente Eduardo Duhalde, elegido para terminar el mandato tras la renuncia de Fernando de la Rúa.

Con el tiempo, Alperovich renunció al radicalismo, se afilió al Partido Justicialista y llegó a la gobernación como el sucesor de Miranda. Desde 2003, ocupa el máximo cargo político en Tucumán. Si la investigación policial del caso Verón fue deficiente, en definitiva, él es el último responsable.

Hace un mes, en algunos círculos políticos se decía que la presidenta Cristina Fernández le había ofrecido a Alperovich el cargo de ministro de Economía, ofrecimiento que el mandatario había declinado. La esposa de Alperovich, la senadora nacional Beatriz Rojkés de Alperovich fue elegida presidenta provisional de la Cámara de Senadores el año pasado, por lo que es la segunda en la sucesión presidencial. Está claro que tiene buena relación con la presidenta Cristina Fernández.

Esta mañana la senadora nacional tuvo un cruce con Susana Trimarco tras haber dicho que «la prostitución existe y seguirá existiendo». «Beatriz, no podés decir eso de la prostitución. Lucho contra la explotación sexual desde que desapareció mi hija. Apoyo la gestión de José Alperovich pero no me quedaré callada para decir qué está pasando con la seguridad en la provincia», dijo Trimarco en el programa de Jorge Rial, al ser cruzada con la senadora.

La legisladora respondió: «si tuve alguna expresión que te molestó, te pido disculpas. Yo te respeto como mamá coraje y también estoy en contra de la trata». La madre de «Marita» contestó: «lo sé, te disculpo todo lo que tenga que disculparte. Yo no hago política pero vamos a marchar para sacar a todos los delincuentes que tiene el gobernador a la vuelta», insistió Trimarco.

El gobernador Alperovich con la «Chancha» Alé.

La mamá de Marita dijo más temprano “es una vergüenza lo que ocurrió. Pero estoy más fuerte que nunca. Que no se den por dichosos estos jueces; en La Rioja logramos destituir un juez corrupto y ahora iremos por todo». La madre de Marita Verón denunció que los 13 imputados fueron absueltos como consecuencia de la «corrupción judicial». Sus abogados anunciaron que no sólo apelarán el fallo ante la Cámara de Casación provincial sino que además promoverán un pedido de juicio político contra los magistrados y promoverán ante la Nación la intervención del Poder Judicial local. Trimarco apuntó contra Rubén Ale. «La Chancha sacó los dólares de debajo del colchón», le dijo por teléfono al jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, minutos después de la sentencia.

¿Quién es la Chancha Alé? Es un ex barrabrava de San Martín de Tucumán, quien llegó a presidir el club durante más de una década y dueño de una flota de más de 600 remises repartidos por toda la provincia de Tucumán. Según Trimarco, la flota de autos era utilizada con dos propósitos: repartir drogas y usarse en las campañas políticas al servicio del peronismo provincial para llevar a la gente a votar los días de internas y elecciones abiertas.

Trimarco denunció que horas del juicio le había llegado una carta anónima en la que le advertían que Alé, quien no estaba imputado en este juicio, aunque si lo estaba su ex esposa, había juntado dólares para sobornar a los jueces. El gobernador Alperovich conocé a la chancha Ale: en esta edición se publica una foto en la que ambos aparecen juntos. El gobernador lo recibió cuando era presidente del Club. En la Justicia provincial hay media docena de causas iniciadas contra Alé y su familia, imputados de diversos delitos. Según Trimarco, Alé es el responsable de la trata de personas con fines sexuales en el Norte de la Argentina.

«Me hago cargo de lo que digo. No tengo pruebas, pero no tengo dudas. Cuando hay dinero de por medio, puede estar el mundo tocando trompetas y no les importa nada», dijo esta mañana la Presidenta al referirse al fallo de la Justicia tucumana. Retomó así lo que había dicho Trimarco sobre la oferta de dinero para sobornar a los jueces.

El crimen de María Soledad Morales terminó con la intervención de la provincia de Catamarca y el final del reinado del clan Saadi. ¿Este caso significará el fin de Alperovich? Si de verdad le importa lo ocurrido, la Presidenta debería, al menos, intervenir el Poder Judicial de Tucumán.

 

 


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