Por Rafael Saralegui.

Como nunca antes en los años del retorno de la democracia la discusión por el funcionamiento de la Justicia pasa por los medios. No sólo por los medios tradicionales, oficialistas y opositores. También pasa por los nuevos medios, como éste, por todas las opciones diversas que aparecen en la web y las redes sociales, que hacen que el alcance de los textos y discursos en debate circulen y lleguen a los usuarios sin intermediarios y sin el poder de decisión de los emisores. También como nunca antes la comunicación se ha vuelto más democrática gracias a la revolución de internet.

Gils Carbó fue denunciada por nombrar fiscales adjuntos.

No son pocos los que se han dado cuenta de esta cuestión tan evidente y adviertieron que es necesaria contar con nuevas herramientas para incidir en el campo de la discusión que se cierne sobre el Poder Judicial, luego de la iniciativas lanzadas por el Gobierno para democratizar la Justicia y enviadas para su debate en el Congreso. A través del Ministerio de Justicia, el Gobierno acaba de crear la agencia nacional de noticias juridicas Infojus con el objetivo de dar a conocer los temas que considera relevantes sobre el mundo judicial, a través de su propia óptica. Si el lanzamiento es una respuesta a la agencia de noticias creada hace unos años por la Corte Suprema de Justicia nadie lo explicó en forma explícita, pero se parece bastante. El origen podria encontrarse en el papel relevante que tuvo el CIJ de la Corte a fines del año pasado cuando fue el órgano de difusión de una declaración impulsada por el titular del máximo tribunal, Ricardo Lorenzetti, con una advertencia al Gobierno sobre un avasallamiento de la Justicia.

Esa declaración incendiaria fue el germen, a su vez, del movimiento que se dio en llamar Justicia Legítima, integrado por quienes no se sienten representados por las asociaciones tradicionales y por esa entelequia que se ha dado en llamar “la familia judicial”. Las caras visibles de ese movimiento son las otras dos cabezas del Poder

Judicial de la Nación: la jefa de todos los fiscales, Alejandra Gils Carbó, y la jefa de todos los defensores oficiales, Stella Maris Martínez. Justamente, para no ser ajenos a esta discusión mediática también en la Procuración General de la Nación se está

Marijuan encarna la resistencia a Gils Carbó.

trabajando para crear su propia agencia de noticias con el objetivo de reflejar los hechos noticiables del Ministerio Público. La movida genera algunas resistencias, no son pocos los fiscales que quieren pasar inadvertidos, que sus caras no se conozcan, y que cuanto más lejos tengan a un periodista mejor. La gestión de Gils Carbó genera adhesiones entre los fiscales que comulgan con los ideales de Justicia Legítima y provoca resistencia entre los más conservadores. La pelea, está claro, es ideológica.

Uno de los adalides de la resistencia es el fiscal federal Guillermo Marijuán, a cargo de la investigación por presunto lavado de dinero contra el empresario Lázaro Báez. Marijuán impulsó una denuncia contra Gils Carbó por la designación de fiscales ad hoc, subrogantes y por la creación de unidades temáticas de investigación. Lo notable es que quizás debería investigarse a si mismo porque desde hace años es el titular de una fiscalìa creada en tiempos de Esteban Righi parar desbaratar fraudes contra la Anses. También Marijuán intervino en otra denuncia realizada en 2008 por el ex banquero Hernán Arbizu contra un centenar de empresarios agentinos por lavado de dinero y evasión impositiva. Arbizu entregó en la Justicia una lista con las cuentas y los depósitos realizados en el exterior que él mismo había ayudado a realizar a través de su trabajo en el J.P. Morgan. En ese listado se encontraba toda la cúpula del Grupo Clarín. La investigación, cuyo titular es el juez federal Sergio Torres, avanzó hasta ahora poco y nada.

En el momento de la denuncia el diario Crítica de la Argentina, dirigido por Jorge Lanata, fue el único que le dio difusión. Marijuan se enojó en aquella oportunidad con Lanata porque el periodista lo había criticado por lo poco que había hecho por el éxito de la pesquisa. Los tiempos cambian: Lanata nunca más habló de la denuncia de Arbizu y todo el grupo Clarín le dio la más amplia difusión posible a la denuncia de Marijuan contra Gils Carbó y a las amenazas que el fiscal dijo haber recibido.