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La pelea entre el Gobierno y la Corte preanuncia reveses judiciales para el oficialismo

Suben los decibeles del conflicto entre el Gobierno y la Corte Suprema. La conferencia de prensa de Ricardo Echegaray del lunes podría tener, por estas horas, consecuencias preocupantes para el Gobierno en el ámbito judicial. La primera se conoció hoy temprano, cuando el juez federal Claudio Bonadío citó a indagatoria al secretario de Comercio, Guillermo Moreno, por una querella iniciada por las consultoras empresariales.

Sin estridencias ni discursos acalorados, el máximo tribunal está utilizando su influencia para responder los embates del oficialismo. Ya ocurrió la semana pasada cuando el juez Luis Osvaldo Rodríguez procesó a directores de la AFIP por filtraciones sobre la situación impositiva del diputado del peronismo opositor Francisco De Narváez.

El titular de la AFIP dijo que la conducta de Lorenzetti fue impropia.

El titular de la AFIP dijo que la conducta de Lorenzetti fue impropia.

Los jueces Rodríguez y Bonadío comparten un lugar común: ambos toman café con Javier Fernández, en otros tiempos operador por excelencia del Gobierno en los tribunales pero quien ahora se inclina por la estructura que le dio  poder, influencia y fortuna. Las órdenes para el auditor ya no parten de Casa Rosada sino de los despachos señoriales del cuarto piso del Palacio de Justicia, dijeron a CyR conocedores del entremado tribunalicio.

Las declaraciones de Echegaray lo fortalecieron a Ricardo Lorenzetti porque confirmaron las versiones que el martes pasado este dio al resto de los ministros. Cuentas en el exterior, participaciones societarias, compra de inmuebles,  los datos que vertió el jefe de la AFIP demuestran que la inteligencia del ente recaudador abrió hace tiempo un expediente sobre el ministro pero nunca le solicitaron ninguna aclaración por la vía oficial.

El titular de AFIP consideró el martes que era «impropio» que la Corte Suprema «de manera institucional peticione una audiencia para cuestiones particulares de contribuyentes y sus familiares».

«Yo hace 21 años que estoy en esta institución y jamás vi algo así, que la Corte en la reunión de acuerdos evalúe si me van a denunciar por algo que ni siquiera confirmaron», dijo. “Nunca vi que una institución de la República  se ocupe de las cuestiones privadas de un particular”.¿, agregó.

Lorenzetti no exageró durante el último acuerdo y anoche recibió llamados de solidaridad de todos sus colegas, incluido Eugenio Zaffaroni cuya presencia en el tribunal parece ya tener fecha de vencimiento (se habla de diciembre). El martes último, en un comunicado la Corte informó que habían encomendado a funcionarios del tribunal que averiguaran si había alguna investigación fiscal en marcha.

Echegaray esbozó la posibilidad de recusar a los ministros en las causas en las cuales la AFIP litiga. Error de cálculo: con su advertencia selló la suerte del Estado en la causa por el cepo cambiario. Tendrá un final adverso no muy distinto al de la trama por La Rural o las designaciones de fiscales  sin acuerdo del Senado firmadas por Alejandra Gils Carbó.

 


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