El Nisan que provocó la tragedia.

Por Ignacio Ramírez

Las picadas en Morón tienen años. La Justicia investiga no sólamente a los autores del atropellamiento en el cruce de la avenida Rivadavia y Maipú,  en Haedo, sino también la red de entramado en la logística y convocatoria semanal para las carreras ilegales.

Miles de jóvenes participan semanalmente en moto y autos de altas cilindrada, sin que el Municipio ni las fuerzas de seguridad hayan podido evitar la última tragedia.

La Justicia trata de determinar y reconstruir el crimen del joven embestido, a partir de una cámara de seguridad de un boliche ubicado frente al lugar donde ocurrió la tragedia. En la filmación que está siendo peritada, se puede identificar a los dos autos, el Nissan Tiida, conducido por Diego Cuevas (19) y a un Volkswagen Bora, participar de la carrera ilegal a altísima velocidad, para luego atropellar al grupo de chicos, que le costó la vida a uno y cinco permanecen en estado reservado en el Hospital Güemes de Haedo; tres de los heridos «presentan riesgo de vida».

El Municipio de Morón realizó una búsqueda ayer de todas las cámaras seguridad de la escena del crimen, aportando las filmaciones a la Fiscalía Nº 4, para determinar la responsabilidad y el esclarecimiento del crimen.

Las carreras se promocionaban  en Facebook y poco importó la cantidad de denuncias de los vecinos sobre la práctica semanal entre jueves y domingo  de correr autos y motos de manera ilegal. En la red social las Picadas Callejeras en Morón sobre la Avenida Presidente Tte. Gral Juan Domingo Perón (ex Gaona) tiene registros y fotos que hoy están siendo también investigados por la fiscalía.

Vecinos de Haedo, a pesar de las denuncias realizadas al 911 y a la municipalidad no pudieron frenar la tragedia evitable. Pese a que la intendencia secuestró más de 200 autos en el último año. Varios operativos de Tránsito y Transporte, Seguridad Ciudadana e Inspección General de la comuna junto a Gendarmería Nacional, la Policía Bonaerense y el Comando de Prevención Comunitaria (CPC) en 2014 secuestraron 600 vehículos.

“Él era mi bebe, era muy mamero, le planché su camisa el sábado, el mismo día que me pidió que le sacara una foto, a él no le gustaban. Solamente quiero justicia. Voy a sacar todos los ladrillos que me pongan encima, pero van a pagar. Los policías sabían que se corrían picadas y no hicieron nada. No vamos a parar hasta verlos presos”, expreso Angélica la mama de la víctima, Lautaro Juárez, quien ese día salía por primera vez a un boliche con sus cinco primos.

Las carreras se promocionan por la red, no es un secreto a voces, existían denuncias de los vecinos a la Municipalidad pero nada alertó a la policía de Morón y Haedo. Otra muerte evitable, con sello de impunidad de las carreras ilegales mortales.