Un hombre fue detenido como presunto autor material del femicidio de Lola Chomnalez, la adolescente argentina asesinada en diciembre de 2014 en las playas uruguayas de Barra de Valizas.
El arresto del sospechoso lo confirmaron el director de Comunicación del Ministerio Público de Uruguay, Javier Benech, y el abogado de la familia Chomnalez, Juan Williman.
Benech dijo que al sospechoso lo llevarán al Departamento Judicial de Rocha para declarar ante la fiscal del caso, Jéssica Pereira, y el juez de Primera Instancia de esa jurisdicción, Juan Manuel Jiménez Vera.
En el marco de la investigación por el crimen de Lola, hay un acusado por encubrimiento, Ariel Moreira, apodado «El Cachila».
Inicialmente quedó preso como supuesto autor del ataque aunque luego se desestimó judicialmente porque su ADN no coincidía con el que se encontró en los elementos de la víctima.
El crimen
Lola (14) viajó a Barra de Valizas el sábado 27 de diciembre de 2014 y se alojó en la casa de su madrina, Claudia Fernández, quien se encontraba junto a su esposo, Hernán Tuzinkevcih, y el hijo de éste.
Al día siguiente, la adolescente desapareció cuando salió a caminar por la playa y dos días después la encontraron muerta a unos cuatro kilómetros de la casa, en una zona de médanos.
Mediante la autopsia se determinó que Lola murió por asfixia por sofocación y que presentaba varios cortes hechos con un arma blanca en distintas partes del cuerpo.
De acuerdo al fallo judicial, la adolescente trató de escapar corriendo de sus asesinos la alcanzaron, la hirieron con un arma blanca y la golperon en la cabeza para finalmente morir por asfixia cuando, ante sus probables pedidos de auxilio, le apretaron la cara contra la arena.
ADN
«El Cachila» fue preso al comienzo de la investigación pero quedó libre ya que dio negativo el cotejo de su ADN con el material genético que se halló en la mochila de ella víctima, por lo que se lo acusó de encubrimiento.
En su declaración ante la justicia, Moreira admitió que se cruzó con la víctima en la playa el 28 de diciembre del 2014 y le ofreció «una estampita», pero que luego ella se sintió «mareada» y que al auxiliarla descubrió que «no tenía pulso», se asustó y se fue.
Para el fiscal Jorge Vaz, «El Cachila» estuvo presente «antes, durante y después» del homicidio, cuyo móvil fue probablemente «sexual».