Casi 51 años más tarde la Justicia de Chile decidió volver a abrir la investigación por la muerte del poeta Pablo Neruda, quien falleció el 23 septiembre de 1973, 12 días después del golpe militar de Augusto Pinochet que terminó con el gobierno del socialista de Salvador Allende.

El martes último, la Corte de Apelaciones de Santiago ordenó volver a abrir la causa que había sido cerrada en septiembre de 2023 por la jueza Paola Plaza, quien concluyó que no había ningún hallazgo que rebatiera la causa de muerte por «caquexia cancerosa» por un «cáncer de próstata» con «metástasis» que se indica en su certificado de defunción.

La versión oficial sobre la muerte del Premio Nobel de 1971 sostiene que el militante del Partido Comunista murió como consecuencia de un cáncer, aunque la otra teoría es que fue envenenado por los médicos en el hospital donde se encontraba internado.

La familia de Neruda y los apoderados del Partido Comunista habían apelado la decisión de la jueza Plaza y ahora los jueces de la Cámara de Apelaciones sostuvieron que todavía hay pistas que se deben seguir investigando.

Respaldo

«La unanimidad del fallo es un espaldarazo a nuestra apelación. Hemos conseguido quitarle la lápida que querían ponerle a esta investigación. Llevamos 14 años peleando por esclarecer la muerte de Neruda», dijo la abogada que representa a la familia, Elizabeth Flores, luego de conocerse la decisión.

La versión oficial sobre la muerte de Neruda se sostuvo sin discusión durante 38 años, pero en 2011 su chófer y asistente, Manuel Araya, aseguró que el premio Nobel de Literatura había sido asesinado con una inyección letal en la clínica donde se encontraba internado.

Los jueces Martiza Villandangos, Elsa Barrientos y Jorge Gómez, de la Primera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, ordenaron la reapertura del caso y la realización de siete diligencias “que podrían aportar al esclarecimiento de los hechos”.

Medidas

Entre esas medidas, se incluye la realización de «un nuevo peritaje caligráfico respecto del certificado de defunción que habría sido extendido por el Dr. Vargas Salazar».

«En el certificado se menciona como causa la «caquexia cancerosa», la cual médicamente significa una pérdida severa de peso corporal. Sin embargo, el poeta pesaba más de 90 kilogramos al morir, lo cual sembró dudas entre especialistas y allegados», publica la BBC.

Otra de las meidas es que se haga una «metapericia» para revisar e interpretar los resultados de unos estudios de un equipo de forenses de las universidades de McMaster en Canadá y Copenhague en Dinamarca.

Esos expertos dijeron tras varios estudios que el poeta no murió de cáncer y que encontraron en su organismo “Clostridium botulinum en uno de sus molares, una bacteria que puede producir toxinas peligrosas”.

Los expertos no lograron determinar cómo llegó la sustancia a Neruda, pero no descartaron la presencia de «terceras partes» involucradas en su muerte. Ese dato sostiene la tesis del envenenamiento que había dicho su chofer y asistente.