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La Justicia, Antonio y Yo

Por Oscar Feito

Para escándalo de los que son mas papistas que el Papa (aunque ahora el Papa sea del barrio de Flores) mi amigo el ex fiscal Antonio Di Pietro se paseó la semana pasada por Buenos Aires haciendo lo que hace gran parte del año: dar conferencias, de Singapur a Vancouver y de Helsinky a Camberra contando –como el la llama– “dell’inchiesta Mani Pulite”.

La viña del Señor tiene caminos insondables y si bien Antonio es el camarada, ex compañero de fórmula, etc –ambos íntimos de Romano Prodi-  de uno de mis pocos amigos, nunca hubiera pensado antes del “Caso Sol Grup” que terminaría yo tan interesado en el devenir de la Justicia, lo que me llevó incluso a fundar el hoy incipicientemente exitoso site crimenyrazon.com y conocer y apasionarme por los secretos de la vida judicial. Tan pródiga y en estos días tan trajinada y ventilada. Tuvimos con Rafael Saralegui una buena “visión editorial” hace más de tres años.

Di Pietro ha venido siempre a Buenos Aires, una ciudad que ama; se ha visto aquí con mucha más gente de la que se sabe públicamente y es un apasionado y un estudioso. Su amor no es distinto que el de la mayoría de los italianos y su interés por la política local en términos partidarios es irrelevante. Antonio va donde lo invitan, como él mismo lo dice, porque pasadas las horas que lo convirtieron en un ejemplo para el mundo por su magistral investigación y mezclando un poco su actividad en el Parlamento europeo, el ex fiscal antimafia desanda husos horarios para llevar su idea de una Justicia sino internacional por que también es un defensor de la idea de Nación, si de la cooperacion internacional en materia de investigación de ilícitos.

Es decir, lo recalco para los que habrán escuchado como yo decir pavadas sobre su paso por Buenos Aires, que Di Pietro es casi un predicador, un peregrino que con el mismo ímpetu que él y sus compañeros –dos asesinados– empezaron la investigación que sacudió al mundo, va por el mundo llevando la voz de una Justicia independiente y con la venda acomodada. No vino contra nadie -tontos!– no vino a denunciar a nadie ni a señalar a nadie en particular, vino a decir su verdad y a recibir sus Honoris Causa postergados que bien merecido los tienen. Así que quienes se muerden la cola poco favor se hacen no solo a ellos sino a los que dicen “defender” (y al que le quepa el sayo que se lo ponga).

Di Pietro ha venido muchas veces a la Argentina, en circunstancias distintas y con diferentes anfitriones, siempre de la mano de su amigo y paisano. En 2007 por ahí, Nestor Kirchner aún presidente lo apoyó en su marcha hacia el Parlamento (los italianos “al estero” votan en las elecciones) y ADP guarda por NK un entrañable afecto por esa forma campechana de ser que tenía el Presidente y la visión progresista del mundo que los identificaba; Antonio estaba fascinado por la forma en que Kirchner había apretado y conseguido la exitosa negociacion de la deuda externa. Llamó desde Milán esa fatídica tarde –para él– por que no podía creer que ese tipo lleno de entusiasmo que conoció había muerto, estaba conmovido.

Unos años despues, en 2012 / 2013 creo, la Ciudad de Buenos Aires organizó un Congreso sobre “Transparencia” y Di Pietro dio una Conferencia formal en la Legislatura de la Ciudad con Cristian Ritondo como anfitrión y el dirigente PRO Alvaro Gonzalez como organizador. El lord mayor creo que estaba de viaje y no “coincidió” con su visita pero Sergio Massa, intendente de Tigre, aprovechó la volada y lo invitó a un café, hablaron, se cayeron bien y Massa le pidió que aconsejara a gente de su equipo. En eso quedaron y despues cada cual siguió con sus cosas.

Este año la editorial Perfil quiso entegarle el premio que otorga anualmente pero ADP estaba en algun lugar del mundo y, como hace de modo rutinario, vino cuando pudo, es decir hace unos días y juntó varias cosas en su agenda. Un nuevo encuentro con el hombre de Tigre que habían combinado aquella vez; un almuerzo con el director de la editorial Jorge Fontevecchia; el Honoris Causa de la Universidad Nacional de Rosario; una Master Class en la UBA invitado por la organización Unidos por la Justicia y algun café con amigos personales.

Como él mismo lo dijo “vine a apoyar la independencia judicial y el fortalecimiento de los fiscales, jueces y hombres de la Justicia que hacen su trabajo”. Que es como se refiere a su famosa investigación “sólo hice mi trabajo de fiscal”. No es precisamente un hombre manipulable, lo saben quienes lo tratan de siempre, tiene esa sonrisa franca pero un temperamento iracundo y no somos tan importantes como nos creemos siempre los argentinos para especular con que vino con cualquier otro fin que el que lo lleva por el planeta. Dijo lo que dice en todos lados y recalcó que siempre está dispuesto a ir donde lo llamen (siempre que se banquen lo que dice, porque nadie le escribe un libreto a un hombre que llevó a proceso a 3 ex premiers, más de 200 funcionarios y centenares de empresarios atravezados por la Tangentópolis; a ver si nos queda claro).

Estuvo en Buenos Aires, respetando la institucionalidad y las instituciones, con el respeto que habla un extranjero sobre un país que no es el suyo y disfrutando su tarea. Ahh y gratis! Porque Antonio no cobra sus conferencias. De hecho se suscitó una situación en su anterior viaje porque por la Organizacion de esa Cumbre porteña con otros disertantes “no podía no cobrar”, entonces pidió que le enviaran los honorarios, unos pocos euros, a la gente de su partido en Buenos Aires “Italia dei Valori”.

Para muchos la Justicia es algo ajeno o algo a lo que se aproxima en ocasiones resonantes a traves de la TV y no se entiende demasiado. No digo que así fuera para mi que he dedicado 30 años a la función pública, pero una cosa es verlo y otra es vivirlo, porque “la Justicia” es un animal de mil caras y con los ojos no siempre vendados. Lo sabemos quienes lo aprendimos con causas judiciales armadas como forma de persecución política, para sacar de la cancha a un adversario en una eleccion –como nos pasó en 2007– si como en estos dias se declama o se ventila pero antes no se dijo. No se sabia?, era otra Justicia?; no fue hace tanto no?. Uno aprende demasiado rápido lo que es el Forum Shopping, la larga mano de “Mayo”, sobre las prolíficas “servilletas”, los magistrados colgados del mantel de una decisión del Consejo de la Magistratura, etc, etc y etceteras varios. Como decía una amiga que superó una enfermedad terrible en la presentación de su libro “fue una gran experiencia, pero podía habermela ahorrado”. Creo que nadie sabe realmente de valores hasta que no atraviesa una causa judicial, donde la solidaridad, la fraternidad, la amistad, la lealtad, el espíritu de cuerpo y todas esas formas tan fáciles a la boca se vuelven difíciles ante su señoría y el “salvese quien pueda”. Es una gran lección de vida.

Igual hubieramos sido amigos con Antonio porque en defintiva lo que une todo es la politica y desde el lugar que toque la politica es una pasión que se comparte. Quizá sin “Sol Grup” no hubiera entendido más a fondo algunas cosas (240 procesos tuvo que cargar y no es por comparar, ni se me ocurriria) aunque de todos modos como dijo Patricia K…  “podía haberme ahorrado la experiencia”.


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