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La guerra narco y la complicidad policial ya se cobraron 106 víctimas en Rosario

Por Ignacio Ramirez.

A fuerza de impunidad, delitos y balazos la escalada de violencia en la ciudad de Rosario ganó la escena criminal del 2013. El último fin de semana la pelea por el control del negocio narco se cobro la víctima número 106. El agente del Comando Radioeléctrico Jorge Andrés Currie prestaba un servicio adicional de vigilancia en un boliche cuando se produjo un extraño tiroteo en el que se vio involucrado y murió 24 horas después.

La justicia federal investiga protección y complicidad policial en el tráfico de las drogas. La AFIP comenzó a cruzar datos sobre depósitos bancarios de dudoso origen producto del poder narco. La cuna de la bandera  fue tomada por organizaciones criminales vinculadas al lavado de dinero en la provincia y el permanente tráfico de influencias.

Pero la lista real de homicidios sería mucho más grande aún, según lo denunciaron varias organizaciones sociales y curas villeros. “Nos robaron en dos años 148 veces. Perdimos 11 pibes en el medio. En tiroteos, balaceras y muertes dudosas. Ninguno de ellos esta en la lista oficial. Los narcos ocuparon un centro y lo destruyen. Se robaron hasta el techo. Nos están matando a la pibada y todos somos espectadores de la violencia», denuncia el colaborador del sacerdote franciscano Joaquín Núñez, Oscar Fernández, secretario del hogar Cristo Obrero un centro que fue destruido por los

Organizaciones sociales denuncian que los muertos son muchos más.

Organizaciones sociales denuncian que los muertos son muchos más.

narcos en el último año.

La Justicia no tiene dudas de que la violencia sin fin es producto de revanchas, bandas de sicarios, homicidios por encargo,  pases de facturas y ejecuciones públicas, que además se cruzan con las relaciones carnales entre la política, la policía y los narcotraficantes.

En una causa federal se demuestra a través de escuchas y seguimientos la relación muy cercana entre ciertos efectivos de la policía provincial, y los narcotraficantes. En cuatro años, cinco capos narcos rosarinos fueron asesinados en la vía pública y a plena luz del día.

En los últimos meses se conocieron amenazas a fiscales y jueces, atentados contra uno de los policías amenazadas por investigar a la banda de Los Monos, un feroz grupo narco que realizaban seguimientos de móviles de la Policía Aeroportuaria, propiedades millonarias de comisarios y narcos. La última amenaza la sufrió el juez Juan Carlos Vienna, quien está al frente del expediente que investiga la muerte del «Fantasma» Paz y es quien ordenó los allanamientos en viviendas de la familia Cantero, integrante de la banda Los Monos. Por esa causa y la seria de amenazas puntuales a funcionarios judiciales dispusieron reforzar la seguridad en Tribunales.

“No tengo dudas que la mafia esta enquistada en la política actual. En Santa Fe ha sido quebrada la paz social y hay un narcogobierno en las sombras. Acá hay gente que no tenía nada y dos años después, tienen varias empresas”,  indicó el secretario general de la Asociación Profesional Policial Santa Fe, Alberto Martínez, quien cree que solamente en un escenario de “guerra civil” y “descontrol total” se puede justificar más de cien muertes violentas en menos de un semestre en una provincia que exporta el 70 por ciento de los cereales del país.

El nuevo capítulo de la guerra narco en Rosario no parece tener fin. Donde avanza la droga y la impunidad existe una complicidad de las fuerzas de seguridad y el poder político. El baño de sangre lleva 106 vidas. La lluvia de balas no tiene freno. El narcotráfico se va adueñando de los barrios y genera contextos de miedo y violencia.


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