«Gendarmería Nacional informa que, a la fecha, la Dirección de Criminalística y Estudios Forenses de la Institución no produjo ningún informe final conclusivo en el marco de la junta interdisciplinaria respecto a las pericias del denominado mediáticamente ‘caso Nisman'», indicó hoy la fuerza de seguridad.
Y agregó que, «al momento de arribar a conclusiones periciales finales, éstas serán presentadas ante las autoridades judiciales pertinentes para su consideración».
La Gendarmería salió a responder así a una información de Infoabae que hoy sostuvo que el fiscal había sido asesinado, de acuerdo con esa pericia que aún no fue finalizada.
El informe final será el producto de seis meses de deliberaciones que derivaron en una recreación del escenario de la muerte de Nisman, realizada ayer en un escenario similar al baño en el que fue encontrado, montado para la ocasión en el edificio Centinela, de la Gendarmería.
La junta interdisciplinaria, que se reúne todos los miércoles, fue dirigida por los comandantes mayor Orlando Caballero y Alejandro Piñeiro, y contó con la participación de peritos de parte de las querellas de la madre de Nisman y de las hijas, y de la defensa del perito informático Diego Lagomarsino.
Uno de los peritos por parte de Lagomarsino, Mariano Castex, solicitó una licencia semanas atrás por «motivos personales», aunque Télam pudo reconstruir que se distanció del caso porque entendía que había «irregularidades» en el desarrollo de la junta.
Fuentes de la investigación dijeron que se estima que habrá al menos dos informes: uno de mayoría, firmado por los especialistas de la Gendarmería y por los peritos de las querellas, y otro de disidencia, con conclusiones distintas, de la defensa de Lagomarsino.
El fiscal del caso AMIA fue hallado muerto en el baño del departamento que habitaba en Puerto Madero el 18 de enero de 2015, cuatro días después de denunciar a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner por el presunto encubrimiento de los iraníes acusados por el atentado a la AMIA.
Nisman estaba tirado sobre un charco de sangre y bajo su cuerpo estaba el arma desde la cual había salido el disparo que le perforó la cabeza: la pistola calibre 22 era propiedad de Lagomarsino, que le dijo luego a la justicia que el fiscal se la había pedido prestada.
Los peritos que intervinieron hasta ahora en el expediente, que dependían de la Corte Suprema de Justiciam, dijeron que no había evidencias de la presencia de otra personas en el baño donde murió Nisman.