| Investigación

El caso de la desaparición de la mujer del abogado Carrazzone da un nuevo giro

Para la Justicia ya fue descartado que se trate de un secuestro. Cuáles son las nuevas hipótesis. Porque se sospecha de la policía.

Carrazone y su esposa.

Carrazone y su esposa.

La investigación por la desaparición de la mujer del abogado Rubén Carrazzone, Stella Maris Sequeira, de quien no se sabe nada desde el 29 de diciembre, puede tomar un nuevo rumbo en las próximas horas. Si bien en un principio el caso comenzó a investigarse como un secuestro, esa hipótesis fue desechada por el juez federal de Lomas de Zamora, Alberto Patricio Santa Marina, quien decidió tomar en sus manos la investigación.

Cuando la desaparición de la mujer de su quinta de Ezeiza se investigaba como un secuestro, las riendas del caso las tenía el fiscal federal en la misma jurisdicción Leonel Gómez Barbella, pero a comienzos de esta semana, cuando ya se descartó la hipótesis del secuestro extorsivo, al dirección de la pesquisa es responsabilidad del juez.

Hoy el abogado Carrazzone y su colega Leonardo Martínez Herrero, quien lo representa, tienen previsto reunirse con el fiscal o con el juez para aportar nuevas líneas de investigación a la causa, luego de que se hubiera descartado el secuestro extorsivo. Carrazzone tiene una línea de investigación y Martínez Herrero tiene otra que quieren compartir con los funcionarios judiciales.

Los abogados tienen un sospechoso identificado y creen que cuando lleven las pruebas que fundamentan su teoría se puede convertir en el próximo imputado del caso, que hasta ahora tiene un solo detenido, Miguel Franco, porque la Justicia considera que fue el autor de una llamada extorsiva en la que se pedía un rescate de 80 mil dólares para la libertad de la mujer del abogado.

El sospechoso identificado por los abogados podría tener alguna clase de relación con Sequeira o con Carrazzone, pero Martínez Herrero y Carrazzone no quieren adelantar nada que puede terminar entorpeciendo la investigación. De todos modos, Carrazzone no termina de sacarse de la cabeza que la Policía Bonaerense puede haber tenido alguna responsabilidad en la desaparición de su mujer.

Apenas desapareció Stella Maris, Carrazzone sostuvo que se trataba de “un vuelto”, una venganza por su actuación en el caso del crimen de Marisol Oyhanart, la mujer asesinada en 2014 en Saladillo. Carrazzone defendió en ese caso a “un perejil”, al que se le quiso colgar el homicidio. Carrazzone acusó entonces a siete oficiales de la bonaerense de haber encubierto al verdadero autor del crimen.

En esa línea, los abogados no entienden cómo la Policía Bonaerense no envió a la casa de Ezeiza los perros buscadores de rastros cuando se denunció la desaparición de Sequeira en la tarde del 29 de diciembre, después de haber sido vista por el jardinero. Una práctica habitual que no se concretó sin que nadie haya explicado porqué.

Otro hecho inexplicable es la falsa noticia que se difundió hace un par de semanas en el Canal Crónica, cuando “se informó” que Carrazzone había sido asesinado y que su cuerpo había sido encontrado dentro del baúl de un auto de alta gama. Está claro que Carrazzone estaba vivo cuando se difundió la falsa noticia. Los históricos vínculos de ese canal con las fuentes policiales también son evidentes, por lo que no es muy difícil deducir quién fue la fuente de la información falsa.

La hija de Stella Maris, a quien no veía desde hace más de seis años, trató de vincular a Carrazzone con la eventual muerte de su mujer y denunció que había antecedentes de violencia doméstica. Para eso contrató a una abogada para que desfile por los programas de televisión de la tarde. Sin embargo, los amigos de Carrazzone sostienen que la historia es al revés: que la hija había golpeado a su madre y que por ese motivo habían dejado de verse.

 


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