La camioneta importada del mediático empresario Leonardo Fariña, secuestrada por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), fue rematado hoy en la ciudad de La Plata, con una base de 325.333 pesos, y un precio final de 644.000 pesos, en una breve puja que tuvieron los oferentes.
«El rematador trató de llevar la puja a un mayor monto posible, nuestra expectativa era que el precio se acercara lo más posible al valor del mercado, pero las subastas públicas tienen esto, y salió al mejor postor», aseveró.
Indicó que «en una subasta siempre están oscilando los montos» y remarcó que «el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray ha tratado de asegurar que el proceso de remate sea lo más trasparente posible, por eso estuvieron las cámaras de televisión, y todos pudieron presenciar el remate».
«Hoy todos los oferentes estuvieron aquí con la base de 325.333 pesos, y eso es lo que dejaron depositado, y lo certificó la secretaria del Juzgado, por lo tanto ahora deberá abonar la diferencia dentro del día quinto de producido el remate», agregó.
La subasta fue dispuesta por un edicto de la Secretaría de Ejecuciones Penales del Juzgado Federal 2 de La Plata, a cargo de Adolfo Ziulu, se llevó a cabo en el auditorio de la Agencia 2 de La Plata, que estuvo colmado por el público.
Los oferentes comenzaron las propuestas partiendo de la base de 325.333 pesos y con montos que iban de 10.000 pesos en adelante, y cuando se llegó a los 644.000 pesos, el rematador bajó el martillo, al no haber nuevas ofertas y se vendió al mejor postor.
La Agencia de Recaudación provincial (ARBA) tiene presentado un escrito ante la Justicia para garantizar el cobro de la deuda que tenía con el fisco bonaerense la camioneta de Fariña en concepto de patente.
Fuentes del organismo provincial precisaron a Télam que se reclama la indisponibilidad de 122.277 pesos «para responder al capital reclamado en concepto de deuda de patentes, más intereses, costos y costas».
Por esa deuda, ARBA posee un privilegio especial, puesto que el crédito reclamado tiene su origen en tributos generados por el propio bien automotor.
«De este modo, la Agencia tiene prelación de cobro sobre el producto de la subasta de dicho automotor, a excepción de los gastos generados por la propia subasta», explicaron fuentes del organismo.
Al respecto, de Alva dijo a Télam que «ARBA va a tener que cobrar del producido su acreencia si así lo resuelve el juez».