Por Rodolfo Palacios.
A esta altura, los ladrones estarían contando los millones de dólares o escapando hacia el exterior. Tenían todo calculado: hasta hacían pesas para fortalecer los brazos y no sentir el esfuerzo de martillar las paredes varias horas por día. Pero no tuvieron en cuenta el punto débil de todo gran robo: el factor humano. Se cree que la banda que fue descubierta el viernes 24 cuando hacía un boquete en el banco Santander Río de Monte Grande, fue delatada por un ex miembro del grupo que fue dejado afuera del ambicioso plan.
Más allá de que la Policía Bonaerense se adjudicó el mérito de haber frustrado el golpe y hasta los jefes policiales hablaron de tareas de inteligencia, la realidad fue muy distinta. Unas horas antes de las detenciones, alguien llamó al 911 y alertó sobre el plan. “Van a robar el banco Río del centro de Monte Grande”, dijo la voz anónima. No dio más detalles: tampoco hacía falta. Con esa información, los uniformados irrumpieron en el local situado en la misma manzana que la comisaría 1a de Monte Grande y una sede de la Municipalidad de Esteban Echeverría. Y se encontraron con un túnel de siete metros de extensión. Los ladrones quedaron a diez centímetros de la entrada del banco. “Aparentemente el golpe iba a darse mucho antes, pero un chapón de hierro los frenó. Para evitar que sonara la alarma antisísmica, le daban con una maza. Alguien llamó de parte de un ladrón que iba a estar en la banda pero lo dejaron de lado. Quedó con bronca. Parece que le habían prometido un palo verde pero lo dejaron afuera por una discusión”, dijo una fuente de la investigación.
Otro detalle llamó la atención de los investigadores. “Alguien que dijo ser parte de la banda llamó para decir que los dos detenidos no tenían nada que ver con el robo”, dijo la fuente. Se trata del dueño del local y de un pintor. Los ladrones lo habían alquilado en octubre de 2013. Se presume que con identidades cambiadas y haciéndose pasar por obreros, simularon la construcción de un vivero pero en realidad tenían otro objetivo: las cajas de seguridad de la bóveda del banco.
“El que los delató se va a tener que cuidar porque sus ex compañeros lo van a querer ajusticiar. O aplicar mafia, como dicen en el hampa”, dijo la fuente. Hasta el robo al banco Río de Acassuso, ocurrido el 13 de enero de 2006, se descubrió por una delación. En realidad, por el despecho de una mujer.
Aunque el jefe de la Policía Bonaerense, Hugo Matzkin, especuló ayer con la posibilidad de que el golpe estaba planificado para ser ejecutado entre el 25 y el 26, otra posibilidad es que los ladrones tuvieran pensado irrumpir en el banco la primera semana de febrero. La Policía secuestró taladros neumáticos, picos, palas, soldadoras, medidores de oxígeno, carretillas y barreta. Y hallaron dos casquitos con la imagen de Heisenberg, el protagonista de la serie Breaking Bad. “Creemos que con eso pensaban tapar las alarmas volumétricas”, dijo una fuente policial.
El fiscal Diego Benedetto ordenó allanar la casa del dueño del local, aunque pudo no haber estado al tanto del plan. De hecho, un supuesto llamado lo desvinculó del intento de robo. De haber sido cierto lo que dijo la voz anónima, todo llevaría a pensar que ningún miembro de la banda fue detenido. Hasta ahora, son tipos con suerte.