Por Rafael Saralegui
Ahora que Juan José Gómez Centurión no es más el jefe de la Aduana -y probablemente nunca más lo sea- comienzan a salir a la luz algunas historias sobre su paso por la Agencia Gubernamental de Control del gobierno porteño y más lejos en el tiempo sobre su desempeño en la Guerra de Malvinas, donde combatió como comando y se adjudicó la muerte de un alto oficial inglés, algo que fue desmentido por un soldado conscripto que participó del combate.
Gómez Centurión cosechó el viernes de la semana pasada dos denuncias: una la realizó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y refiere al supuesto pago de sobornos para liberar contenedores guardados en depósitos fiscales. En la denuncia se anexaron una serie de audios y videos en los que supuestamente aparece grabado el empresario Oldemar Barreiro Laborda con una sugestiva frase “vamos a recaudar un palo por mes”. Barreiro Laborda aparece como asesor de Gómez Centurión.
Barreiro Laborda es un viejo conocido en la Policía Federal y en la justicia. Con la Federal porque en su momento firmó un convenio con la que era su empresa Lo Jack, de recupero de automóviles, pese a que el empresario había sido acusado en su momento de robo de coches. Cuqui tuvo su momento mediático cuando fue manager hace quince años de Diego Maradona y prometió una serie de negocios que nunca se concretaron.
La otra denuncia que recibió Gómez Centurión el viernes último se la realizó el abogado Maximiliano Rusconi, por los presuntos delitos de “falso testimonio calificado, contenida en el artículo 275 párrafo segundo del Código Penal ―en adelante CP―; violación de correspondencia y apoderamiento indebido de comunicación electrónica, contenida en el artículo 153 del CP, abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público, contenida en el artículo 248 del CP, y la de encubrimiento contenida en el artículo 277”.
Los hechos que se denuncian son la obtención de información por medio de un periodista del diario Clarín para realizar inspecciones “casuales” en contenedores del depósito fiscal que se ubica en el Mercado Central. “El periodista le facilitó la información a Gómez Centurión y, de ella aquél se habría valido para desarrollar el criterio jamás explicado de “selección” de contenedores a inspeccionar”, dice la denuncia. “Cualquier persona criteriosa y con mínimos conocimientos respecto del asunto que nos ocupa podría advertir se habría tratado de una operación que habría encabezado el Sr. Gómez Centurión junto con personal de la AFIP y, valiéndose del auxilio del periodista (…), quien casualmente por su calidad de tal se ampara en el secreto de sus fuentes”, agrega el denunciante.
Una vez que se conocieron las denuncias, hubo quienes salieron a recordar las deficiencias en los controles de la AGN, de la que Gómez Centurión fue titular hasta que el presidente Macri lo designó en la Aduana.
“La semana pasada el juez Sebastián Casanello procesó a los dueños del boliche Stravos en una causa que denunciamos por ser un prostíbulo al cual Gómez Centurión le otorgó la habilitación. Lo mismo hizo con New Port, al que también habilitó y un mes después se cayó por la denuncia de Gustavo Vera en el recinto de la Legislatura”,dijo Lucas Schaerer director de la Comisión de Trata en la Legislatura porteña, en declaraciones al programa “Chiche en Vivo” que se emite por Canal 26.
“Después denunciamos 170 talleres clandestinos y se lo presentamos, pero no hizo nada y al poco tiempo murieron los nenes Rodrigo y Rolando al incendiarse un talleres esclavo en Flores”, recordó el referente de La Alameda. “Gómez Centurión tenía la denuncia y no inspeccionó. Y después de ese incendio hubo una causa en trámite”, indicó Schaerer, quien también recordó: “La Alameda denunció 1.257 prostíbulos y la mayoría de ellos tenían la habilitación que él les había dado”.
Quienes conocen el pasado de Gómez Centurión también sacaron a relucir un hecho controvertido durante la guerra de Malvinas, en la que el ex carapintada combatió como comando. En varios reportajes se adjudicó la muerte del jefe de los paracaidistas, el teniente coronel británico Herbert Jones, el de mayor rango del ejército inglés en la batalla de Pradera del Ganso. Pero en rigor esa baja que se atribuye es cuestionada por el testimonio de un ex conscripto, el cordobés Oscar Ledesma. “Jones fue uno de los que comandó el ataque. Aún no entiendo por qué estaba al frente de ese avance, supongo que nos creyó muertos. Cuando lo vi venir le disparé una ráfaga que alcanzó a herirlo. Aun así intentó tomar una granada, pero con una segunda ráfaga de disparos acabé con su vida”, declaró el soldado en abril de 2012, a treinta años del conflicto, en varias entrevistas periodísticas. Ledesma habría interpelado al propio Gómez Centurión durante una charla en Bahía Blanca, para decirle que era un mentiroso por adjudicarse una muerte que no le correspondía.