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Florencia Arietto, la mujer que se enfrenta a los barrabravas

Por Gabriela Oprandi.

Tiene a su cargo la seguridad del club de fútbol que más polémica desató en el último tiempo, por hacerle frente y excluir a la barrabrava de la cancha. Desde hace dos meses, Florencia Arietto, es la jefa de seguridad de Independiente y dice que “en la ley están las herramientas para excluir a los violentos”.

Egresada de la carrera de abogacía de la UBA, ésta abogada de 35 años, dice que llegó al club –que hoy tiene una lista de admisión de 28 personas- para combatir la violencia en el fútbol, que cree “es responsabilidad de toda la sociedad”.

-¿Cómo llegaste a ser la jefa de seguridad de Independiente?

-Le pedí una audiencia al presidente Cantero –por Javier- para ponerme a su disposición, empezamos a intercambiar info y tres meses después de eso me llegó su propuesta de la Jefatura de Seguridad. Ni lo dudé, me honra formar parte del equipo del presidente Cantero.

-¿Quién es un barrabrava para vos?

-Un delincuente común que se camufla como hincha de un equipo y a través de las amenazas y la violencia le roba la fiesta de las tribunas a los hinchas genuinos y a las familias. Y se maneja a través de los códigos del hampa y la violencia.

Admite que tiene miedo pero no se paraliza por eso.

-¿Cómo crees que se llega a ser líder de la barra?

-Con ferocidad, prontuario y contactos.

-La violencia en el fútbol ¿se reduce sólo a la barra?

-No solamente. La violencia como acción sí, la legitimación omisiva de esa violencia es responsabilidad de toda la sociedad. La cultura del aguante, que es la que permitió que delincuentes se conviertan en jefes. Y los hinchas genuinos, más los medios de comunicación, más la política prebendaria y el sector corrupto de las fuerzas de seguridad hicieron el resto, que fue legitimarlos.

-¿Crees que se puede construir seguridad democrática y sacar a los violentos de la cancha?

-Sí, sino no estaría en este puesto.

-¿Cómo pensás hacerlo?

-Con la ley. En la ley están las herramientas para exlcuir a los violentos y en caso que sean delincuentes juzgarlos y condenarlos. Para eso el involucramiento de los fiscales es fundamental.

-¿Cuál es el plan con el que trabajan?

-Apostamos a contagiar, pero respecto de la planificación hay por lo menos dos patas: una coyuntural y otra estructural. La coyuntural tiene que ver con la admisión y la exclusión definitiva de los violentos, para eso la mesa tiene cuatro patas: judicial, policial, A.Pre.Vi. De, y el club. Respecto a lo estructural, hay que trabajar simultáneamente con la gran cantidad de pibes que toman como referentes a los violentos y que incluyéndolos con las políticas sociales del club son rescatables de la violencia Tenemos una escuela, tenemos un predio con pileta y fútbol, tenemos otros deportes, en esta mesa se involucra: la intendencia de Avellaneda, el Ministerio de Desarrollo Social provincial, la Nación y el Club. No hay éxito en la construcción de seguridad democrática sin inclusión.

-¿Cuál es tu equipo de trabajo?

-Asumí sola, pero ya había personas que formaban parte de la seguridad del club antes que yo y estoy asignándoles tareas. Lo más importante es el trabajo en equipo con la Subcomisión de Seguridad, que son mis controlantes y miembros de la Comisión Directiva, gente super amena con la  que laburamos genial.

-¿Confías en la policía, que muchas veces está señalada de connivencia con la barra?

-El pescado se pudre por la cabeza decía el General Perón. Cuando la cabeza de la Superintendencia de la Zona Sur está en manos de un comisario como el General Néstor «Popi» Larrauri, que con 44 años y siendo abogado tiene esa enorme responsabilidad, pero que es honesto y con un legajo intachable, todo se hace posible. Igual estamos siempre alertas a cualquier circunstancia que suceda y la denunciaremos.
-Al hincha común ¿le importa que la barra deje de ir a la cancha? 

-Si, le importa porque lo padece. Que lo hayamos naturalizado porque parecían los «dueños del club» no significa que las familias, los socios e hinchas genuinos no quieran ir a la cancha sin que eso signifique una carrera de obstáculos.

-Desde que estás en el club, ¿recibiste alguna amenaza?

-Las típicas, que ya están en poder de los fiscales y prefiero decir sólo eso.

-¿Tenés miedo?

-Tengo miedo, sino sería irresponsable. Pero trato que el miedo no me paralice, sino ganan ellos. El General Belgrano decía que «el miedo sólo sirve para perderlo todo» y Albert Camus «que el miedo es el humus de la represión». Nosotros queremos que las familias vuelvan al Estadio Libertadores de América, es demasiado importante el objetivo como para claudicar por miedo.


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