Parece ser el comentario obligado de quienes se acercan a la mesa de entradas del fiscal platense, Marcelo Romero. Una foto en la que se advierte que «en esta fiscalía no existen altares dedicado a Eugenio Raúl Zaffaroni ni se reparten estampitas de Michel Foucoult» y que lleve la firma de Romero, un hombre que ha declarado públicamente su guerra contra los garantistas.