“Bonadío la vio primero”, fue la frase que anoche se escuchó en una quinta en General Rodríguez propiedad de un influyente camarista de la Casación Penal que miraba los resultados de las primarias y no se despegaba de su teléfono celular. El estado de satisfacción fue en aumento cuando Cristina Fernández de Kirchner recordó el intento fallido del oficialismo de democratizar la Justicia, un objetivo que ha quedado tan congelado como el sueño de la re-re.

La Presidenta se refirió el domingo a su fracaso en la democratización de la Justicia.

“Ellos atacan desde la política, pero nosotros debemos responder desde el derecho”, deslizó Ricardo Lorenzetti cuando protagonizó el cruce con Ricardo Echegaray por las investigaciones de la AFIP sobre su persona y su familia. El juez federal Claudio Bonadío fue sólo uno de los tantos que recogieron el guante: en diez días indagó a Guillermo Moreno y firmó una orden de detención contra Ricardo Jaime. De ahí la frase de anoche, en el silencio del conurbano.

La reforma judicial a la que aludió la Presidente anoche se transformó en un movilizador poderoso en la Justicia, que ahora toma forma de boomerang. Los proyectos pergeñados por Carlos Zaninni con los apuntes de Julián Álvarez y alguna cucarda de Eduardo “Wado” De Pedro desataron una respuesta corporativa que se materializó en expresiones públicas pero también en encuentros privados mucho más decisivos.

Grupos pequeños pero influyentes, integrados por jueces, secretarios y fiscales,  que mantienen sus tertulias tanto en restaurantes de hoteles cinco estrellas, como en cantinas alejadas de la zona de Barracas. El lugar más recoleto es el del Jockey Club, escenario habitual para los funcionarios más encumbrados de la Corte Suprema.

El retroceso del Gobierno ahora les da nuevos ímpetus. Solo para tener en cuenta:

El miércoles próximo la Corte Suprema, en un acuerdo en el cual estarán todos los ministros, podría rubricar un durísimo fallo contra Alejandra GilsCarbó, procuradora general y referente de Justicia Legítima. El máximo tribunal cuestionará las designaciones de fiscales sin acuerdo del Senado y toda su actuación podría, especialmente en materia civil, quedar nula.

La denuncia del diputado Carlos Kunkel, de bajísimo perfil durante la campaña a pesar de ir en la lista de Martín Insaurralde, contra media Cámara de Casación Penal por la subrogancia sin plazos de Luis María Cabral  (jefe de la opositora Asociación de Magistrados) será archivada en los próximos días.

El juez Ariel Lijo viene de rechazar un pedido de sobreseimiento de Amado Boudou en la trama Ciccone. Promete novedades para después de octubre aunque ya se ha encargado de sugerir que el vice se encamina a ser indagado. Algo de lo cual este último fue advertido la semana pasada, en un almuerzo con banqueros.

El fiscal federal Guillermo Marijuan ya juega para Sergio Massa en Comodoro Py. Está a cargo de la causa por lavado de dinero que involucra a Lázaro Baez. Anoche llamó, en estado de euforia, a un colega del quinto piso que se sorprendió de verlo tan exaltado. “Es que el jueves (pasado) Sergio me prometió la procuración general cuando sea presidente”, se sinceró ante su colega.