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Feroz represión y heridos con balas de plomo en la Sala Alberdi

Por Ramiro Barreiro

Legisladores de la oposición repartieron críticas a diversos funcionarios del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por la violenta represión suscitada en horas de la madrugada de ayer y que terminó con 16 manifestantes heridos y cuatro detenidos (ver aparte). El gobierno porteño, por su parte, se desentendió de los balazos. Los estudiantes volvieron a marchar y, al cierre de esta edición, mantenían una nueva reunión con la cartera de Cultura. Además, hubo un llamativo silencio de la sociedad artística.
Borda, Parque Centenario y Sala Alberdi. La referencia fue automática entre las voces que fustigaron el accionar de la Policía Metropolitana en el Centro Cultural San Martín. Lo mismo ocurrió a la hora de cuestionar la metodología de la fuerza: operativos de noche y luego de que los canales de noticia enrollaron el último cable del móvil. El diputado  de la Ciudad por el Proyecto Sur Pablo Bergel expresó que «el gobierno de Macri y su ministro de Cultura Lombardi intentan desguazar y tercerizar el edificio del Centro Cultural San Martín, que pertenece a todos los artistas y público porteño. La ideología privatista y represiva del ingeniero Macri reitera e incrementa una vez más la violencia que viene ejerciendo sobre los vecinos que defienden los espacios públicos y los bienes comunes de todos los ciudadanos. Hace poco fue en Parque Centenario, esta madrugada (por ayer) en la Sala Alberdi.»

Legisladores de la oposición cuestionaron el operativo.

Legisladores de la oposición cuestionaron el operativo.

La legisladora porteña María Elena Naddeo, del Frente Progresista Popular, repudió la represión y expresó que «nuevamente la Policía Metropolitana utiliza métodos que deben ser desterrados de la agenda gubernamental».
«La represión en la Sala Alberdi es el final de una pésima gestión cultural en el Centro Cultural San Martín. No se pueden utilizar balas de goma frente a manifestantes. Creemos que no hubo un diálogo genuino y que en el principio del conflicto –hace más de un año– debió haberse apelado a otras estrategias alternativas», dijo la legisladora, quien también solicitó «la investigación de lo sucedido, las responsabilidades políticas y judiciales en este desalojo».
Victoria Donda, de Libres del Sur, opinó que «la sociedad debe pronunciarse contra la violencia usada por la Policía Metropolitana, porque dos de las personas lastimadas tienen heridas de bala de plomo. Esto es algo que está al margen de toda legalidad y es una señal de alerta que debe llevar a una investigación y sancionar con firmeza a sus responsables».
El gobierno porteño optó por desentenderse. El ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro, admitió que fueron dos los heridos con bala de plomo, pero deslindó cualquier responsabilidad de la Policía Metropolitana, y dijo que esos episodios se produjeron a cuatro o cinco cuadras del epicentro de los incidentes. El funcionario sostuvo que los heridos de bala fueron alcanzados a «cuatro o cinco cuadras del lugar» de los incidentes y manifestó que «en medio de una protesta social, a alguien le vendría bien que hubiera un muerto». El comentario murió en la chicana.
El jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, dijo que los incidentes en el intento de desalojo del Centro Cultural San Martín no fueron «un hecho aislado». Además, sugirió una conexión política al asegurar que «nunca» vio «artistas con facas, ni bombas molotov».
El repudio no fue tan generalizado entre los artistas. La presidenta del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), Liliana Mazure, dijo que «ni en la peor dictadura» vio una represión en un centro cultural como la que protagonizó anoche la Policía Metropolitana en el violento desalojo de la plaza seca del Teatro San Martín. En ese desalojo «pegaron como nunca vi, usaron toda la fuerza, piedras, palos… todo para entrar a un centro cultural», criticó. Cabe destacar que los tres heridos son trabajadores de la cultura.

Fuente: Tiempo Argentino.


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