| La vida en prisión del ex mediático

Fariña cree que lo quieren tener preso hasta después de las elecciones

El ex de Karina Jelinek analiza escribir un libro para contar sus memorias; su trato con guardias y presos; la conexión Blanco-Báez; abogados inactivos.

Fariña está preso por evasión impositiva.

Fariña está preso por evasión impositiva.

Leonardo Fariña pasa por unos días de buen ánimo en el penal de Ezeiza donde quedó encarcelado por supuesta evasión impositiva. En las últimas semanas se hizo de un pequeño grupo de seguidores dentro de la cárcel y estableció un buen vínculo con los efectivos del Servicio Penitenciario.

Tal es el grado de afinidad que la semana pasada uno de los supervisores del Penal tuvo que repartir algunos retos por las largas mateadas que se arman en la celda de Fariña donde se habla de política, negocios, farándula y otras yerbas.

“Debo ser el púnico preso por evasión en la Argentina. El Gobierno quiere nombrar al subrogante del juzgado no por los temas electorales como dicen los diarios, sino porque me necesitan mantener acá adentro, al menos hasta las elecciones”, dispara quien hasta hace algunos meses llevara la vida de un magnate.

El juez que lo encarceló fue Juan Manuel Blanco que tenía la competencia electoral en la provincia. Fallecido el magistrado, en el Consejo de la Magistratura se abrió una dura competencia para nombrar remplazo. La Cámpora quiere nombrar a un secretario de la Cámara platense, Laureano Durán que ya tuvo varios encuentros a solas con el secretario de Justicia Julián Álvarez. Por ahora no ha tenido éxito.

Fariña dice tener la certeza de que existía una conexión entre Blanco y Lázaro Báez y que los abogados del empresario hicieron todo lo que pudieron por arrebatarle el expediente al juez federal porteño Sebastián Casanello y girarlo a La Plata. La Cámara Federal de Comodoro Py lo impidió.

El comportamiento de las defensas es curioso y muy similar. Ya fueron procesados además de Fariña, el ex dueño de La Rosadita Federico Elaskar, el psiquiatra Roberto Erusalimsky y el empresario Juan Molinari. Pero ninguno de los abogados actúa: no piden medidas, no apelan, no presentan nulidades ni reclaman que sus representados vayan a declarar. Desde el penal de Ezeiza aparece una hipótesis: todos los abogados en realidad son funcionales a la estrategia de Báez y por eso están paralizados.

Fariña cuenta que ya tuvo varios ofrecimientos para publicar un libro y asegura que los va a considerar. No se muestra rencoroso con su ex Karina Jelinek. Dice que es buena persona aunque dice ignorar quien le paga los servicios del penalista Carlos Froment, uno de los letrados mejor cotizados de la plaza. Cuando le pide que arriesgue no duda y dice que es José Luis Manzano, uno de los dueños de América TV que además le habría conseguido a Jelinek un contrato en Miami para firmar una publicidad, compromiso que se materializó la semana pasada.


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