| En el hospital de Ezeiza

Extrajeron casi 600 cápsulas de cocaína a seis mulas

En los últimos nueve días fueron secuestrados casi seis kilos de cocaína que eran llevados en cápsulas dentro del cuerpo por seis pasajeros que querían salir del país.

En solo nueve días, seis personas que fueron detenidas en Ezeiza antes de salir del país, ingresaron al hospital provincial Eurnekian con 562 cápsulas de cocaína. Las tenían dentro del estómago, el intestino, la vagina y el ano. Seis kilos de droga camuflada con los órganos de las “mulas”, la mano de obra barata para trasladar el “producto”.

Las cápsulas fueron evacuadas en el hospital provincial Eurnekian, en  la Unidad Especial  de Encapsulados, donde trabajan médicos y enfermeros preparados para este trabajo. En estos seis casos, las mulas no se descompusieron, ni convulsionaron, ni sufrieron sobredosis, que es lo que suele pasar cuando alguna de las cápsulas revienta y la coca invade la sangre.

Fueron apresados por sospechosos y trasladados al hospital tras una investigación de  la Policía  de Seguridad Aeroportuaria, Prefectura Naval y la división Drogas Peligrosas de  la Aduana. Los  tenían en la mira: eran dos mujeres y dos hombres, todos argentinos, además de dos varones extranjeros: un rumano y un polaco. Todos, de entre  25 a  45 años.

“La del hospital de Ezeiza es una Unidad única en el país que ya lleva extraídas más de 32.000 cápsulas de cocaína, muchas veces de personas que llegan inconcientes, al borde de la muerte”, explicó el ministro de Salud de  la Provincia, Alejandro Collia, y agregó que “en el hospital Eurnekian contamos con médicos capacitados, un servicio especial con 4 camas y baños químicos para resolver estos casos”.

El 16 de mayo llegó al hospital una de las argentinas con 205 cápsulas alojadas en la vía digestiva. Los especialistas calculan que tragarlas le debe haber llevado, por lo menos, unas 12 horas. Cada cápsula tiene en promedio unos diez gramos de coca. Es decir que en su cuerpo había más de dos kilos de droga.

Ese mismo día ingresó uno de los argentinos, con 110 cápsulas en el estómago y los intestinos. Tras evacuarlas en los baños químicos del hospital, ambos fueron dados de alta el 19 de mayo.

Al día siguiente ingresó la otra mujer argentina, quien portaba 75 cápsulas en vía digestiva, una en la vagina y otra en el ano. La entrevistaron y le dieron el purgante que se utiliza para acelerar la evacuación. Dos días más tarde estaba “limpia” y de alta.

El 23 de mayo, en tanto, otro argentino fue trasladado del aeropuerto al hospital como sospechoso. No se habían equivocado, como ocurre en el 97 por ciento de los ingresos a  la Unidad Especial.  Portaba 75 cápsulas ingeridas y 5 en la vía anal. De estas últimas, dos pesaban  74 gramos , mucho más de los  10 gramos  que suele ser el peso frecuente de las cápsulas.

El 27 se fue de alta. Y ese mismo día ingresaron un ciudadano polaco con 70 cápsulas, y un rumano con 20: ambos se las habían tragado. Fueron dados de alta durante el fin de semana.

Los seis quedaron a disposición de la justicia en lo penal económico. Graciela Sorrentino, médica de  la Unidad Especial  y directora del hospital provincial Eurnekian de Ezeiza, se mostró sorprendida por la cantidad de “encapsulados” ingresados en solo nueve días. “Es sorprendente la cantidad de sospechosos tratados en tan poco tiempo y la cantidad de droga que logramos que llevaban encima”.


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