| En Rosario

Estuvo dos años prófugo y vivía a 80 metros de la comisaría

Es el último integrante de una banda dedicada al robo de autos en el conurbano que luego eran vendidos en Rosario con papeles falsos. Privilegios en la cárcel.

El último de los prófugos de la denominada «Banda de los Rosarinos», que robaba autos en el norte del conurbano bonaerense y los desarmaba o vendía en Rosario, fue detenido en esa ciudad santafesina viviendo a 80 metros de una comisaría, pese a que hace dos años tenía pedido de captura.

Fuentes judiciales informaron hoy a Télam que se trata de Mariano «Chapu» Iparraguirre (43), considerado la «mano derecha» de Esteban Lindor Alvarado, jefe de la banda que desde el 2012 está preso por esta causa iniciada por el fiscal de San Isidro Patricio Ferrari, a raíz de una serie de robos de autos en la zona norte del Gran Buenos Aires.
Según la investigación judicial, los sindicados líderes de la «Banda de los Rosarinos» son además de Esteban Lindor Alvarado (35), Walter Ramón Bucci (35) y Gabriel Antonio «Peto» García (42).

A los tres se les imputa ser quienes en Rosario receptaban los autos robados en el conurbano bonaerense para «reempapelarlos» o desguazarlos en desarmaderos de su ciudad.

El año pasado, los tres rosarinos ganaron notoriedad cuando el fiscal Ferrari allanó la Unidad 21 de Campana donde estaban presos y descubrió que tenían una celda «VIP» con televisor, PlayStation, DVD, aire acondicionado, freezer y diez celulares con los que continuaban manejando sus negocios en Rosario.


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