El padre de la joven de 21 años que fue atacada a golpes en un departamento del Barrio Norte porteño aseguró que el médioco anestesista que la atacó «la molió a palos».
«Nunca pensamos que nos iba a pasar una cosa como esta, a mi hija, que está inflada a piñas, la molió a palos», se lamentó Rubén, el padre de María Eugenia Belén Torres (21), que fue internada en el Hospital Rivadavia tras la golpiza por la que fue detenido el médico anestesista Gerardo Ismael Billiris (27).
El hombre señaló que esta tarde su hija «está consciente» y que se encuentra «fuera de peligro» y «muy bien atendida» por los médicos del mencionado centro asistencial.
Además, explicó que Billiris «la contrató para trabajar hacía veinte días» y que la joven «iba todas las tardes a su departamento para pasar las planillas que él hacía en su trabajo a la computadora», para después «convertirlo en boletas y cobrarlas».
«Le pagaba un sueldo de siete mil pesos por mes, y el diez por ciento de todo lo que se cobraba de los trabajos», precisó.
El ataque ocurrió de las 7.30, cuando a raíz de un llamado al 911 una patrulla de la seccional 23 acudió al edificio situado en Beruti 4543 alertada por vecinos sobre los gritos de auxilio de una mujer.
Al llegar al lugar, la policía subió al sexto piso del edificio, donde encontró próxima al ascensor a una mujer desvanecida, que presentaba lesiones en el rostro y en el cuero cabelludo.
Los policías solicitaron una ambulancia del SAME, que cerca de las 8.10 arribó al lugar y trasladó a la víctima al hospital Rivadavia para su asistencia.
La joven logró identificarse como María Eugenia Belén Torres (21) y contar que vive en la localidad bonaerense de Aldo Bonzi, tras lo cual relató que había sido golpeada por el dueño del departamento, Billiris (27), según dijeron las fuentes consultadas.
Los efectivos ingresaron al departamento del hombre, quien se encontraba en el lugar, donde encontraron manchas de sangre y drogas, entre ellas cocaína, marihuana y varias piedras blancas de una sustancia compactada que serán analizadas, pero que los pesquisas presumen que puede ser «paco».
Por orden judicial, el médico fue detenido y su vivienda clausurada quedó bajo consigna policial, mientras los peritos trabajaben en el lugar para reunir evidencias.
Según las primeras averiguaciones policiales, el médico y la joven se conocían del ámbito laboral y ella había llegado a la vivienda el día anterior.