Ahora que los fiscales de Nueva York tienen un grupo de arrepentidos que cambian información por reducción de condenas, nadie se siente a salvo, menos en Chile. Allí Hugo y Mariano Jinkis, los dueños de la productora Full Play que se entregaron esta mañana habían trazado muchos vínculos con los dueños de los canales. Bucear un poco en Facebook lo confirma: asados en Vitacura, salidas por Las Condes, cenas oficiales en casas de ministros.

El rumor en Comodoro Py es que contrario a lo que dicen los medios, los Jinkis, cuya petición de exención de prisión fue denegada por la Cámara Federal porteña, vivirán un largo tiempo en las sombras, hasta que se resuelva el juicio de extradición a cargo de Claudio Bonadio.

Circula el dato de que los estaría asesorando el abogado Mariano Cuneo Libarona, figura excluyente del foro porteño durante los fulgores del menemismo pero que permanece como hombre de consulta para algunos de los hombres de negocios más importantes del país, incluso dicen que hace poco lo llamó, por algún tema penal, el CEO de YPF, Miguel Galuccio.

Cuneo Libarona estuvo en La Serena, ciudad donde jugó la selección. El fútbol habría sido lo de menos. El abogado está convencido de que los hijos de Grondona ya están en la mira de los fiscales estadounidenses.

El dinero de los Grondona, explicó, descansa en los bancos UBS Vontobel, Citibank, Lloyds TBS, Credit Suisse First Boston y Centrum Bank AG.  Estos datos  habían sido presentados por el ex dueño de Torneos y Competencias, Carlos Ávila, ante el juez Jorge López a cargo del juzgado de instrucción número 30. «Averiguen si López no está por ascender; en el Gobierno están cagados», arrima el abogado mediático.Lo cierto es que Ávila finalmente dio marcha atrás con su denuncia, dijo ser víctima de “presiones mediáticas” y dijo estar seguro de que el dinero que figura en las cuentas no está declarado.

“Ávila se retractó porque quiso apurar a Grondona mientras negociaba con él por dinerillos  de ambos mientras fueron socios”, asegura otro abogado Alejandro Sánchez Kalbermatten, que todavía nadie sabe quien le paga en su cruzada contra el clan Grondona (ni por qué).

Un representante de fútbol que conoce bien a la familia Grondona  disparó en la noche de La Serena: “No tengan dudas, esa plata viene de  negociados de Julio en la FIFA, que ejecutó gracias a su rol de tesorero en Zurich y se murió antes de cumplir su gran afán que era crear el banco de la FIFA”.