En el juzgado federal de Sebastián Casanello están bastante molestos con la Prefectura Naval la fuerza que había sido contratada como policía adicional en la fiesta Time Warp, realizada en Costa Salguero, el viernes último, donde murieron cinco jóvenes.
Es que durante el transcurso del encuentro que se desarrolló entre las noche del viernes y la mañana del sábado se secuestró «una bolsa» con pastillas, cigarrillos de marihuana y drogas de todo tipo.
Pero lo llamativo es que la fuerza de seguridad, o los efectivos que estaban en el evento, no hicieron ninguna denuncia por infracción a la Ley 23.737, que castiga la venta y tráfico de drogas.
No hubo denuncias ni el viernes ni el sábado realizada por la Prefectura por el hallazgo de drogas en el predio donde se desarrollaba la fiesta que convocó a más de 10 mil personas en los juzgados federales que estaban de turno.
Recién a las 18 del sábado un suboficial de la Prefectura Naval entregó la bolsa con las drogas que habían incautado a los asistentes a la fiesta a efectivos de la Policía Federal que habían asumido la investigación.
Cuando se conoció que hubo muertos en el predio, la Prefectura dio intervención a la justicia ordinaria, en un intento por tapar que en el lugar se hubieran encontrado drogas.
De hecho el primer fiscal, Sandro Abraldes, decidió declararse incompetente y envió la causa a la Justicia federal cuando se comprobó que los muertos habían consumido drogas. Abraldes sospechó de la Prefectura cuando le preguntó y negaron que hubieran secuestrado drogas en el predio.
El prefecto Alberto Gabriel Pandiani cuando declaró como testigo dijo que concurrió al evento como superior de otros 19 efectivos que habían sido contratados como policía adicional por los organizadores de la fiesta.
Pandiani dijo que a eso de las 3 de la madrugada, un hombre apodado El Chino, responsable de seguridad interna del evento le entregó una bolsa con elementos que habían concurrido a la fiesta. Aseguró que le entregó la bolsa a una compañera y que a las 7 de la mañana cuando se enteró que había dos chicos muertos, le entregó la bolsa a su superior el subprefecto Adrián Alvarez, que tampoco la abrió.
Recién a las seis de la tarde, el subprefecto Alvarez le entregó la bolsa con las drogas secuestrados a los asistentes a la fiesta a los efectivos de la Policía Federal que habían tomado intervención en el expediente.
Si luego del secuestro de las drogas se hubiera tomado una actitud más activa o se hubiera dado intervención a la Justicia quizás se podrían haber evitado las muertes de los jóvenes.
La investigación de Casanello no está sólo puesta en los organizadores y en la Prefectura. También tiene puesta la mira en la actuación de la Agencia Gubernamental de Control, la repartición del gobierno de la ciudad encargada de fiscalizar la realización del evento.
Tres inspectores de la Agencia participaron del control de la fiesta organizada por Dell S.A. y deberían haber verificado, por ejemplo, que había agua disponible para los asistentes a la fiesta.
Todos los que firmaron el acta que se labró en Costa Salguero -organizadores y controladores- serán investigados por el juez y llamados a prestar declaración.