| Tras el revés en la Cámara de Casación Penal

En la Corte ya piensan en Boudou

En el máximo tribunal hay posiciones contrapuestas sobre cómo resolver la situación del vicepresidente. Lorenzetti quiere sacar un fallo rápido por tratarse de una cuestión institucional.

El vicepresidente tiene un pedido de indagatoria pendiente.

El vicepresidente tiene un pedido de indagatoria pendiente.

La causa por la venta de la imprenta Ciccone  es el nuevo tópico  de conversación en la Corte Suprema. Más aún desde la emisión dominical del programa 678, donde el vicepresidente Amado Boudou confirmó que apelará el revés de la Casación Penal que dio por tierra con su pedido de sobreseimiento.

El debate interno no es por el fondo de la cuestión sino por sus tiempos. Se descuenta que el vice no tendrá éxito en la Corte. A su abogado Diego Pirotta incluso ya le recordaron, desde el tribunal, las virtudes de la espera. El principal argumento procesal del fallo de la Sala IV de la Casación es que al momento del pedido de excepción Boudou no estaba acusado de nada porque ni siquiera había sido indagado con lo cual no había motivo para dictar el sobreseimiento.
Al igual que en otros expedientes con carga política, en la Corte las ideas sobre los tiempos son eje de debate. Ricardo Lorenzetti, por ejemplo, preferiría resolver apenas llegue la apelación. El presidente de la Corte piensa tal como se expresó el titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, durante el fin de semana: Boudou es una figura de alta relevancia institucional y su causa amerita una resolución rápida.
Es que la situación de Boudou pasa a estar en el centro de la escena, cuando la oposición sale en forma unánime a reclamar que renuncia o pida licencia. Raro, porque aun no fue indagado ni procesado. Un doble estandar que no sea aplica, por ejemplo, al jefe de gobierno, Mauricio Macri, con un procesamiento confirmado en la causa de las escuchas ilegales.
Por otra parte, el ministro Enrique Petracchi  no se muestra demasiado entusiasmado en esta línea de acción de resolución rápida y prefiere tomarse su tiempo. Este supremo querría ver primero la indagatoria a Boudou. Por algún motivo que todavía no ha expresado abiertamente Petracchi tiene una opinión pésima del fiscal de la causa, Jorge Di Lello.
Di Lello, a diferencia del juez Ariel Lijo, va por todo. El fiscal apunta tanto al tándem Boudou- Núñez Carmona – Vandenbroele, como también a la familia Ciccone.
Antes de partir de viaje por seis semanas Raúl Zaffaroni les comunicó a sus colegas que se excusará de tratar el pedido. No le quedan muchas opciones luego de que se conociera una foto de Boubou en su cumpleaños. En su momento fue muy criticado en la Corte por esa imagen que nunca se sabrá si fue un desliz.
Desde el viernes Boudou escuchó a por lo menos tres interlocutores que le recomendaron cambiar de abogado. Le dijeron que Pirotta desde hace seis meses que no tiene resultados positivos cuando le toca defender a funcionarios y le recomendaron que al momento de la indagatoria (que se espera para antes de la feria invernal) estrene un nuevo defensor. Por primera vez el vice dijo que lo va a pensar.

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