El avance que logró ayer en la Legislatura el DNU firmado por Mauricio Macri para crear un fuero dedicado a la libertad de expresión encontrará sus mayores complicaciones en la Justicia, cuando la disputa pase a los tribunales. Y es que al final deberá ser la Corte Suprema quien defina la validez de las aspiraciones del Pro. Ayer por la tarde José Torello, nexo de Macri con el ámbito judicial, buscaba señales más específicas sobre un panorama que todavía deja dudas en Bolivar 1.
El proyecto de Macri obtuvo un primer avance anoche en la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Legislatura, donde obtuvo un dictamen favorable y se habilitó para su tratamiento en el recinto el jueves próximo. Pero más allá de que el proyecto sea sancionado, es en la Justicia nacional donde encontrará mayores resistencias.
Hasta ahora solo un grupo de legisladores de Nuevo Encuentro se han presentado en el fuero contencioso administrativo de la Ciudad para accionar contra el DNU. El Gobierno, por su parte, espera a que la iniciativa se confirme en el plano legislativo para luego hacer lo propio.
Cuando esta presentación se realice lo más probable es que los jueces de primera instancia la remitan directamente al Tribunal Superior de Justicia. La corte porteña no tiene facultades administrativas sino que es un tribunal de control constitucional, al mejor estilo europeo. Ayer por la mañana en esos despachos no dejaron de registrar que las críticas al DNU han cubierto todo el arco ideológico en materia de Derecho: suscriben a las mismas desde Félix Loñ hasta Eduardo Barcesat.
Cualquiera sea la respuesta del TSJ el asunto terminará dirimiéndose en la Corte Suprema. Allí las ideas también son bastante claras sobre el DNU. Los principales conceptos que circulan en el cuarto piso de la calle Talcahuano:
*Si las acciones sobre empresas de medios de comunicación se efectúan desde entes nacionales (en este caso el rumor hablaba de la intervención de la Comisión Nacional de Valores al Grupo Clarín) los reclamos corresponden al fuero Contencioso administrativo federal que es donde se discute la constitucionalidad de los actos del Estado. Todo espacio federal tiene primacía sobre las instancias locales (articulo 31 de la Constitución), como sería la justicia porteña, donde funcionaría el fuero de la libertad de expresión.
*Todo lo relacionado con nuevos fueros nunca ha tenido buena prensa en la Corte. La Constitución no lo contempla. Ejemplo habitual: causas de crímenes de lesa humanidad no tramitan en fuero de “derechos humanos” sino en el penal correccional federal.
*Cuestiones más políticas: para los ministros de la Corte, Mauricio Macri, al igual que el gobernador de Córdoba Juan Manuel De la Sota, realizó una jugada de impacto para hacerle un guiño a Clarín y posicionarse frente al Gobierno. Lo primero restará puntos especialmente si se tiene en cuenta que Ricardo Lorenzetti suele manifestarse contra el avance de las grandes corporaciones sobre los gobiernos.
*Un dato no menor: la Corte no reconoce a la Ciudad como provincia por lo cual no puede litigar en el máximo tribunal como ocurre con el resto de los distritos.