Por Rafael Saralegui
La resolución del juez federal Claudio Bonadio, quien el jueves pasado procesó a la ex presidenta Cristina Kirchner por el delito de traición a la patria, por haber firmado un memorándum de entendimiento con Irán, fue recibida con sorpresa y cautela por la conducción de la AMIA, la asociación mutual judía que fue destruida por un atentado el 18 de junio de 1994, que provocó la muerte de 85 personas y heridas en más de 300, tras la explosión de una camioneta cargada con explosivos.
Bonadio consideró que los dos atentados que hubo en la Argentina, el de la embajada de Israel y el de de la AMIA, fueron actos de guerra llevados adelante por el estado iraní y consideró que la decisión de la ex presidenta de firmar un acuerdo para indagar en Teherán a los acusados iraníes de haber cometido el ataque contra el edificio de la calle Pasteur al 600 configuró el delito de traición a la patria, una figura que casi no tiene antecedentes en la historia penal argentina en los últimos cien años.
“Podría ser una tentativa de encubrimiento, pero traición a la Patria es difícil de sostener”, dicen en la oficina que el nuevo presidente de la AMIA, el abogado Agustín Zbar, tiene en el quinto piso del edificio que se levantó en el mismo lugar donde fue destruido el anterior por una camioneta Trafic cargada de explosivos cuyo último dueño había sido el ex reducidor de automóviles robados Carlos Telleldín, quien está a punto de ser sometido a un nuevo juicio oral por el atentado.
En la entidad son sumamente críticos con Luis D´Elía, Fernando Esteche Jorge ‘Yussuf’ Khalil, todos detenidos el jueves último por decisión de Bonadio. Consideran que ellos llevaron adelante una diplomacia paralela, para beneficiar a Irán y que fueron defensores de un estado terrorista, pero tienen dudas de que esas gestiones, más allá de lo cuestionable, puedan constituir un delito.
La reacción de la conducción de la AMIA a la resolución de Bonadio se diferencia a la de otros dirigentes de la colectividad judía. Y no porque tengan alguna simpatía con la ex presidenta, su ex canciller Héctor Timerman, su ex secretario Legal y Técnico Carlos Zannini, entre otros procesados por el juez federal. Pero creen que la figura elegida por Bonadio difícilmente vaya a ser sostenido por la Cámara Federal cuando las más de 400 fojas de la resolución lleguen a estudio del tribunal, vía apelación de todos los imputados.
En la AMIA sostienen que la dirigencia hizo lo que tenía que hacer en su momento cuando se opusieron a la firma del acuerdo con Irán y que el el memorándum nunca haya sido puesto en práctica es la clave para sostener la investigación de la Justicia argentina, que acusó a cinco ex funcionarios iraníes de haber planificado el ataque contra la sede de la mutual judía.
La decisión de quienes conducen la entidad es seguir respaldando la causa penal y buscar la forma de poder enjuiciar a los iraníes acusados del ataque. Por eso no ven con desagrado la figura del juicio en ausencia, para que los iraníes sean juzgados en la Argentina, aunque nunca sean extraditados. Se trata también de una figura sin antecedentes en nuestro país.
Semanas atrás, antes de que el ministro de Justicia Germán Garavano viajara a Israel, hubo una reunión en la que se habló de la posibilidad de que el Gobierno envíe un proyecto de ley al Congreso para incorporar esa posibilidad en el Código Procesal Penal, una iniciativa que también había sido considerada por el senador Miguel Angel Pichetto, la llave de todos los acuerdos posibles con el peronismo en la Cámara de Senadores.
Es cierto que en la AMIA hace ruido que sea Pichetto uno de los impulsores de la iniciativa, el mismo que en su momento defendió en forma enfática en el Senado el acuerdo con Irán que impulsaba Cristina. Pero creen que es una posibilidad para que la causa no siga en el mismo limbo en que se encuentra hasta ahora.
“Vamos a hablar con los familiares de las víctimas, que en general no apoyan el juicio en ausencia. También nos gustaría conocer la opinión de expertos penalistas para que posición tienen sobre el tema”, dicen en el despacho de Zbar, quien asumió la conducción de la AMIA a mitad de año con la intención de reconstruir la relación con los familiares, que se hayan divididos en varios grupos.
Más allá de estas posibilidades, la decisión de la dirigencia es seguir apoyando la causa por el atentado contra los iraníes, sin perder de vista, la llamada “conexión local”. Esperan que en el nuevo juicio contra Telleldín que realizará el Tribunal Oral Federal N°3 puedan surgir nuevos elementos. Después de varios años presos, un grupo de ex policías bonaerenses resultó absuelto en un juicio oral. El pago de 400 mil dólares a Telleldín por parte de la ex SIDE hizo que se derrumbara toda la investigación.
“Una explicación posible es que la filmación del pago haya sido adrede, con la idea de que alguna vez se iba a filtrar y provocaría la nulidad del expediente, como finalmente ocurrió”, creen en la entidad que tiene su sede principal en el barrio de Once y donde por estas horas se analiza crear un centro cultural en Villa Crespo.