La pelea entre el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, y la diputada Elisa Carrió, la fiscal moral de la República, ha dejado en un cono de sombras la sucesión de buenas noticias que en las últimas tres semanas se generaron para el Gobierno desde los tribunales federales de Comodoro Py.
Entre el 1° y el 18 de abril, desde los juzgados federales -donde se tramitan las causas en las que se investigan a los funcionarios públicos- sólo salieron resoluciones de jueces federales que llevaron una enorme cuota de alivio para los despachos de las más altas autoridades de Cambiemos, desde el presidente Mauricio Macri para abajo.
Un rápido repaso:
El lunes 17, el juez Sebastián Casanello se declaró incompetente en la causa de los Panamá Papers, que se había originado un año antes, y envió parte del caso al fuero penal económico y otra parte al fuero ordinario. Consideró que no hay indicios de lavado de dinero, sino sólo sospechas de alguna anomalía tributaria y/o de alguna omisión en la declaración jurada de bienes de las empresas off shore del grupo Macri.
Sólo cinco días antes, el 12 de abril, el juez Ariel Lijo sobreseyó a la vicepresidenta, Gabriela Michetti, en una causa en que se investigaba el origen del dinero que fue robado en su casa el 22 de noviembre de 2015. La vicepresidenta había denunciado que le robaron 50.000 dólares y 245.000 pesos declarados que pertenecían a donaciones realizadas a la Fundación SUMA. También cerró las investigaciones respecto de otras fundaciones encabezadas por dirigentes de Cambiemos.
Todo comenzó el 1° de abril cuando el jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), el contador Gustavo Arribas, fue sobreseído por el juez federal Rodolfo Canicoba Corral en la causa en la que había sido acusado de recibir casi 600.000 dólares en transferencias de un financista brasileño que reconoció ante la justicia de su país haber pagado sobornos de Odebrecht, el gigante de la construcción.
El Presidente, la vicepresidenta y el jefe de los espías, tres de los más importantes funcionarios del Gobierno, vieron en menos de un mes como las causas que los tenían como imputados fueron cerradas.
El fiscal Federico Delgado interviene en las causas contra Gustavo Arribas y Mauricio Macri. Y en los casos decidió apelar las decisiones de los jueces Canicoba Corral y Casanello. En cambio, el fiscal Guillermo Marijuán, a quien siempre se vincula con Sergio Massa, no hizo nada para que siga abierta la causa de Michetti.
La sucesión de fallos, ¿fue una casualidad? Las causas se iniciaron, se tramitaron, y en forma más o menos sorpresiva fueron cerradas, sin que se hubieran tomado medidas para profundizar las pesquisas.
“Es un año electoral y los jueces federales lo saben. En la causa de Michetti dejaron libres de sospechas a las fundaciones, que son utilizadas para usar fondos para hacer campaña”, dijo un abogado que transita los pasillos de Comodoro Py.
“Además no hay que dejar de observar la renovada influencia de Stiuso”, acotó el letrado. El ex hombre fuerte de la ex Side, jubilado de prepo durante el último tramo del gobierno de Cristina Kirchner, ha vuelto a tener influencia en los jueces federales, dice en Comodoro Py. Antonio “Jaime” Stiuso, que recibió una seguidilla de denuncias por parte del gobierno anterior y el legislador porteño Gustavo Vera, hasta ahora no cosechó ni un procesamiento. Exactamente lo contrario a lo ocurrido con la ex presidenta, que en menos de un año ya tiene tres procesamientos.
“Y en la lista no figura la causa de Gómez Centurión, el jefe de la Aduana, que rápidamente fue sobreseído. Los jueces federales son así, no quieren problemas con el gobierno de turno”, evaluó otro conocedor de las internas de los federales.