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El Tribunal Superior de Justicia porteño, escenario de una disputa entre legítimos y conservadores

Weinberg de Roca llegó al TSJ con apoyo del PRO.

Weinberg de Roca llegó al TSJ con apoyo del PRO.

Desde hace un mes el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Ciudad de Buenos Aires se transformó en un nuevo ring de pelea entre los sectores que por estos días de disputan el predominio en el Poder Judicial.  Tienen despacho allí Alicia Ruiz, integrante de Justicia Legítima, Luis Lozano, cercano al radicalismo pero más cercano aún a Ricardo Lorenzetti y, recientemente, Inés Weimberg de Roca cuyo pliego pasó por la Legislatura con el empuje del Pro. Ideas muy distintas en un tribunal cuya principal tarea es la de unificar jurisprudencia.

La corte porteña es un lugar, en apariencia, silencioso. Ubicada en Cerrito al 700, no tiene ninguna función administrativa y su única atribución es la de servir como un filtro constitucional, una figura habitual en el derecho europeo y extraña en un país cuya principal inspiración a nivel jurisprudencia proviene de Estados Unidos.

La tensión entre Ruiz y Weimberg de Roca comenzó desde el minuto cero, cuando  la primera se ausentó “por motivos personales” del acto de jura de la flamante integrante del TSJ. Ruiz participa en todas las actividades de Justicia Legítima y sabe, de sobra, que Waimberg de Roca suele defenestrar en público y privado al grupo que lidera la procuradora Alejandra Gils Carbó. La ex camarista se identifica con los sectores más conservadores del Poder Judicial y suele animar tertulias con personajes encumbrados en su casa de Barrio Parque, ubicada no muy lejos de la de Mauricio Macri.

En el acto de asunción participaron el jefe de gobierno porteño y la vice de la corte Suprema, Elena Higton de Nolasco, quien expresó un claro favoritismo por la elección de Weimberg de Roca para el TSJ. Por otra parte, la titular de Justicia Legítima María Laura Garrigós de Rébori, dijo en el Senado, el lunes en una audiencia, que Highton de Nolasco es “una jueza conservadora”.

Por estos días la pelea pasa por el proyecto de Macri sobre libertad de prensa. Esa iniciativa que comenzó como un DNU y fue ratificada por la Legislatura llegará más temprano que tarde al TSJ, de hecho el Defensor General porteño Mario Kestelboim ya interpuso un escrito ante el máximo tribunal de la Ciudad, en el que reclamó su derogación.

De larga carrera académica, Weimberg de Roca ya ha hecho circular entre el resto de los jueces algunas impresiones favorables a la norma que estableció el alcalde porteño. Anotaciones que no caen bien a Ruiz ya que entiende que su nueva colega no ha llegado con planes de retiro sino con ansias de suceder a Lozano en la presidencia, un asiento que ella misma siempre quiso.

 

 


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